Spectre

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Ahora que por fin hemos encontrado a Bond, es Bond el que sigue su búsqueda: Spectre no hace sino confirmar lo bien que le sienta el psicoanálisis cinematográfico de Sam Mendes a 007, al que recoge donde lo dejó en Skyfall, la cumbre (o mejor habría que decir el abismo) de un personaje del siglo XX que había alcanzado muy a contrapié la nueva centuria. Haber disfrutado con la anterior entrega es un cómodo pasaje para la nueva: estamos de vuelta a esa especie de influencia entre la aventura frenética en pos de una identidad y la negrura de un oscuro caballero nolaniano. Pero no es Bourne o Batman, es más bien una cuestión (cada vez más patente) de vida o muerte. Se trata, en definitiva, de descubrir si el dinosaurio puede sobrevivir.

Apoyado en los mismos guionistas de la anterior entrega (dos de los cuales llegaron a la franquicia con Daniel Craig) Sam Mendes, que entendió perfectamente que una inquietante evolución del personaje aporta más adrenalina que todas las escenas espectaculares juntas, vuelve a poner el pasado en primer plano, pero no para llevar a la película a la épica nostálgica del western sino más bien al lado macabro de sus obsesiones, de la psique de Bond. Espectros, como enemigos y como amigos. Para ello tira de calaveras y muertos en vida desde el comienzo, con una de las secuencias iniciales más potentes que la saga recuerda, con un Bond a escala real, humanizado (otra de las obsesiones de Mendes) por el torrente de extras que le rodean en los aledaños del Zócalo mexicano en una escena de rodaje old style que pone el listón de la acción tan alto que no vuelve a igualarse en toda la película. La potente imagen del día de difuntos es la introducción a la fama de su nuevo rival, el malo entre los malos, un villano respaldado por una organización criminal que entronca con la mística del 007 clásico. Christoph Waltz, con su sinuosa estampa siempre perturbadora, compone sin embargo un villano que ya habíamos visto antes, escena de tortura a lo Goldfinger incluida, a diferencia del originalísimo trazo del Silva de Bardem.

Blofeld siempre estuvo allí. Como Moneypenny, sugerente Naomie Harris que abre el capítulo femenino desde un alentador segundo plano. Elegantemente explorada con éxito la seductora veteranía de Monica Bellucci, es Léa Seydoux la mediadora en la frontera de este mundo entre los vivos y los muertos que el agente secreto de Daniel Craig continúa explorando en un filme largo porque sí, porque James Bond lo vale, aunque le sobren 20 minutos de itinerarios y peleas con un esbirro algo rutinario (Dave Bautista).

En su búsqueda de excusas para seguir sintiéndose necesario (el efecto Memento), Bond quiere vengar a la M de Judi Dench para saldar cuentas consigo mismo. Ella era la única que intuía las motivaciones de Bond. Ni la patria ni la reina ni el servicio secreto ni ninguno de sus enemigos han acabado nunca de captar nunca bien a 007. Menos aún a éste nuevo agente con licencia para matar y capacidad para dejar vivir. ¿Quién mejor que la hija de un asesino para entender a James Bond? Al despertar de la aventura lúgubre (y eficaz) que soñamos en Spectre, el dinosaurio sigue aquí.

Valoración:

FICHA TÉCNICA

Spectre
  • Director:
  • Género:

    Acción, Thriller, Aventuras

  • País:

    Reino Unido

  • Sinopsis:

    La vigésimo cuarta entrega de la saga 007 será la primera aventura de James Bond y los personajes de la franquicia en la nueva etapa creada por la conclusión de Skyfall, en la que desaparecieron personajes claves. Nuevos tiempos para el agente británico (Craig), que contará con nuevo villano (Waltz)

  • GUIÓN: Ian Fleming, John Logan

  • VEREDICTO: Mendes sigue bajo el efecto de las tres B (Bond, Batman, Bourne) para solventar una cuestión de vida o muerte en la aventura más macabra de 007.

  • EDAD RECOMENDADA: na

  • DISTRIBUIDORA: Sony Pictures

  • ESTRENO: 06/11/2015

  • imdb: https://www.imdb.com/title/tt2379713

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