Crítica de 'El oficio de aprender'

Dos películas, por lo menos, cohabitan dentro de El oficio de aprender. La primera, la más obvia, quizás un poco mostrenca, es la película social, el retrato de la protagonista –fabulosa Bensaid– las desigualdades que la corroen a ella y a su entorno, todo lo terrible de la desestructuración, de la pobreza, del sesgo de género y de raza. 

A partir de su entrada, pronto, en el taller de integración empezamos a atisbar el pálpito de la otra película. Abarca todo un fascinante campo semántico: el aprendizaje. Si bien no es especialmente original esa mirada al aprender como base de la cultura, de la civilización y el conocimiento, es hoy tan necesaria dicha mirada que está uno dispuesto a pasar por alto todas las obviedades del mundo.

En esta segunda película, sobresale con luz propia el trazo de un oficio, de la artesanía puesta en valor, el trabajo con las manos, con el influjo del pasado que moldea el presente de la protagonista. El oficio precioso del cristal, de las vidrieras, la cura, la calma, la técnica, necesarias para que todo fluya, para que el emplomado resulte, para que las formas y los colores combinen. Todo ello para inyectar, en fin, sosiego, realización, paz, a la vida de la protagonista. Qué diálogo tan provechoso, tan fértil, tan intenso. Muy interesante película.

FICHA TÉCNICA

El oficio de aprender

• Director:

  François Favrat

• Género:

  Drama

• País:

  Francia

• Sinopsis:

  Naëlle (Najaa Bensaid) es una joven de 19 años, con problemas que encuentra consuelo en un taller de integración. Allí conoce a Hélène (Agnès Jaoui), quien le aconseja sumarse a un grupo de artesanos. Con el tiempo, Naëlle no solo logrará olvidar su pasado, sino también convertirse en una atista vidriera de primer nivel. 

• Guion: Johanne Bernard, François Favrat

• Duración: 110 min.

• Reparto: Najaa Bensaid, Pio Marmai, Agnès Jaoui

• Veredicto: Película social sobre el desamparo y la importancia del pasado sobre el presente.

• Distribuidora: Vercine

• Estreno: 28/10/2022