Crítica de 'Black Phone'

Ethan Hawke en 'Black Phone'
Ethan Hawke en 'Black Phone'
Universal Pictures
Ethan Hawke en 'Black Phone'
Valoración:

Que hayan pasado 10 años desde el estreno de Sinister en 2012 es el factor principal por el que se ha convenido en considerar Black Phone como un acontecimiento del género. Otros aspectos de interés es que su flamante director Scott Derrickson lleva buena parte de esa década sin haber vuelto a acercarse al terror, que esta es su reunión con Blumhouse tras Sinister, y que su último filme es el que resolvió dirigir según fue apartado por diferencias creativas de Doctor Strange en el multiverso de la locura, completada por Sam Raimi. En todos estos años un canon ensamblado sobre la marcha ha etiquetado Sinister como clásico moderno, y puede que esto último justifique hasta cierto punto cuánto hay de autocomplacencia, de plácida revista de motivos tanteados, en esta adaptación del relato homónimo de Joe Hill.

Joe Hill es el hijísimo de Stephen King, claro, y al igual que tantos creadores dispone a placer de los diversos imaginarios propuestos por su padre para confundir variación y explotación. Sobre esta misma encrucijada se levanta consecuentemente la adaptación de Derrickson, volcándose en la infancia, los retorcidos hombres del saco y los globos para combinarlos con una construcción de personajes más o menos elaborada y la preferencia por la emotividad para resolver giros. Vemos It, vemos Cuenta conmigo, vemos la infancia de poderes psíquicos de El resplandor, todo pasado por un filtro 70s lejos por suerte de la mitomanía de un Ti West —a Derrickson también le gusta La matanza de Texas y el grano, pero prefiere que esto no le devore la película—, más apropiadamente turbio y equívoco. Todo muy seductor, cosa inevitable, especialmente si Derrickson y su coguionista C. Robert Cargill añaden de su cosecha una relectura parcialmente venenosa del coming of age.

Si todo suena tan bien sobre el papel, si Derrickson se ha trabajado tanto la sensación de vuelta a casa, ¿cuál es el problema de Black Phone? Quizá la ejecución fallida, o el escaso interés en probar cosas del conjunto. El firmante de El exorcismo de Emily Rose nunca ha sido un narrador especialmente dotado, asiduo a tramas previsibles y reencuadres de derribo, y sin embargo ha logrado sustentar poco a poco una saludable intuición para la imagen perturbadora. Forzosamente hay que traer de vuelta Sinister y su vigoroso reciclaje del found footage, pero también podemos recordar la visualización de los espasmos demoníacos en Emily Rose o el exorcismo de Líbranos del mal: todos instantes enérgicos, inyectando electricidad a narraciones sin fuste. Black Phone tiene una historia solvente, pero rutinaria y autolimitada. Y no tiene intuición. No hay ningún interés en volver sobre esa imagen perturbadora.

Al contrario, lo que hay es una recuperación de detalles cosméticos que asociaríamos a la “marca Derrickson” —en deliciosa sintonía a lo finalmente ocurrido en El multiverso de la locura con la “marca Raimi”—, despojados de su virulencia y ahogados en el restrictivo campo de juegos en que se ha convertido el legado audiovisual de King. Vuelven los cambios de formato, vuelven los niños sufrientes y vuelven los hits rockeros, en desesperada invocación de una idea de autoría cuyos resultados más visibles son una realización mediocre, un montaje a machetazos y la presunción de crear un psicópata para la posteridad solo por tener a Ethan Hawke con un surtido de varias máscaras distintas.

Black Phone, que cuenta con un par de sustos efectivos y algún plano de lograda ternura fantasmal, es por todo ello una película terriblemente intrascendente, que tampoco se merecería un desagrado furibundo si no fuera por la sensación de que su director lo está dando todo en ella, de que se gusta a sí mismo y quiere hacernos partícipes de su ímpetu creativo. Es entonces cuando no queda otra que cuestionar el fenómeno Derrickson, y considerar Sinister una isla a la que se llegó por pura casualidad.

FICHA TÉCNICA

Póster de 'Black Phone'
  • Director:

    Scott Derrickson

  • Género:

    Terror

  • País:

    EE.UU.

  • Sinopsis:

    Colorado, década de los 70. Un psicópata enmascarado secuestra a un tímido chico de 13 años y le encierra en un sótano insonorizado, desde donde no puede pedir ayuda. O, al menos, la ayuda de los vivos. En dicho sótano hay un teléfono que empieza a sonar; una vez lo descuelga, Finney descubre que puede escuchar las voces de las anteriores víctimas de su captor, y que estas están dispuestas a ayudarle.

  • GUION: C. Robert Cargill y Scott Derrickson

  • REPARTO: Ethan Hawke, Mason Thames, Jeremy Davies y James Ransone

  • DURACIÓN: 100 min.

  • VEREDICTO: Scott Derrickson vuelve al terror confiándose tanto de logros propios como ajenos, y echando a perder los primeros.

  • DISTRIBUIDORA: Universal Pictures

  • ESTRENO: 24/06/2022

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