OPINIÓN

Paquita Salas, una gamberrada muy seria

Paquita Salas, una gamberrada muy seria
Paquita Salas, una gamberrada muy seria
Paquita Salas, una gamberrada muy seria

De un chiste de Instagram puede nacer una maravilla como Paquita Salas, la webserie que ha estrenado hoy la plataforma Flooxer, de Antena 3. En aquella gamberrada, el actor Brays Efe creó el personaje del que todo el mundo habla y cuyo hype viral ha provocado que Flooxer adelantase a hoy el estreno de su piloto (los cinco episodios se podrán ver a partir de septiembre). Javier Calvo y Javier Ambrossi (La llamada) están detrás de este fenómeno alimentado por la pasión de unos jóvenes talentos que han encontrado en internet su forma de expresión. Paquita Salas viene a confirmar que se pueden hacer cosas frescas y divertidas en televisión, partiendo de un personaje algo kitsch (una representante de actores de los 90), pero que no provoca el ridículo, al contrario, desarma al espectador, pues esta señora interpretada por Brays Efe inspira ternura y comprensión a pesar de sus múltiples defectos (Paqui es demasiado en TODO, una intensa de lo suyo). Ya sin su barba y con el pelo teñido a lo Terelu, uno se olvida del actor y conoces a Paquita, que, entre risas y alguna que otra carcajada nerviosa (confieso que me reí y mucho), te lleva de la mano (que sería muy de ella) por el backstage y las bambalinas del mundillo del cine, desde el despacho donde el móvil no para de sonar por los motivos equivocados o uno se pierde en el spam del email hasta la alfombrilla roja del festival de Valladolid con Macarena García y ese cameo autoparódico de la “desaparecida” actriz Lidia San José. En Paquita Salas las piezas encajan. Con un ligero toque de falso documental, aúna la comedia surreal con el drama más emotivo, algo que sorprende en el piloto, que arranca con fuegos artificiales (esa delirante y naíf ayudante, Belén Cuesta) para presentar a esta mujer anclada en el pasado pero segura de sí misma (una vividora ilusionada) y acaba con una secuencia (un puñetazo de realidad) que te deja con el alma en un puño. Lo mejor de Paquita Salas es la construcción de su protagonista, un sorprendente Brays Efe (enormes diálogos) del que esperamos grandes cosas. Y ojo a los impagables cameos y a las referencias meta sobre el mundillo cinematográfico (¡ese Piti!). Cuando terminas de ver el piloto quieres saber más de Paquita Salas y, lo mejor de todo, sin saber por qué quieres que a esta señora le vayan las cosas bien. Una de las sorpresas del año.

Puedes ver el primer episodio de Paquita Salas aquí.

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