Tilda Swinton e Ivanka Trump, parecidos razonables en 'Okja'

¿Cuántos rostros tiene Tilda Swinton? Ríete tú del Dios de Muchos Rostros, de Juego de tronos. Solo hay que hacer un repaso breve a su más reciente filmografía para alucinar con la capacidad de cambio y transformación de la actriz británica. De Madame D. en El gran hotel Budapest a una editora 'normal' en Y de repente tú. De la Bruja Blanca de Narnia a la vampira eterna de Solo los amantes sobreviven. De la política brutal Mason en Rompenieves a la empresaria fría en su última película, Okja (estreno en Netflix el 28 de junio). Estos dos últimos, precisamente, son dos personajes que creó con uno de sus amigos más cercanos, uno de los directores en los que más confía, el surcoreano Bong Jon-hoo.

Precisamente fue durante la promoción de Rompenieves cuando el director le habló a Swinton del proyecto de Okja. Después de pasearse por todos los estudios pidiendo dinero y apoyo, lo encontró en Netflix y consiguió plena libertad para crear la fantasía vegana de sus sueños, con una villana icónica, Lucy Mirando, presidenta de una corporación que está creando unos cerdos gigantes para paliar el hambre del mundo, dice, pero sobre todo para enriquecerse.

Como en Rompernieves, Bong y Swinton crearon el papel de Lucy entre los dos, desde sus maquiavélicos gestos hasta su cuidadísimo estilismo. Aunque el director dice que "esta vez fue más cosa de Tilda", y que en su "proceso de inspiración salieron nombres como Trump, Donald e Ivanka", se reía él en Cannes.

"Es divertido que diga eso", contaba luego Swinton. "La verdad es que en realidad pensamos y desarrollamos Lucy antes del nacimiento de Ivanka Trump. De hecho, rodamos en primavera del año pasado en NY, y ya llevábamos preparándola hacía tres años, pero recuerdo que durante el rodaje estaba en un descanso comiendo y viendo la convención republicana en la televisión, y aparece Ivanka Trump, con la misma ropa que yo llevaba en ese momento caracterizada como Lucy Mirando. Llevaba el mismo color de pelo, los dientes, su actitud... Como Lucy, Ivanka cree que está dando una nueva imagen a su apellido familiar. Nosotros pensamos que estábamos inventando a Lucy, creando un personaje nuevo, pero no, ahí estaba Ivanka Trump antes".

Sin embargo, la diseñadora de vestuario, Catherine George, que ya trabajó con ellos en Rompenieves, dice que se inspiraron también en otras mujeres de éxito... e incluso hombres. "Vimos a Marissa Mayer (la ex CEO de Yahoo), a Ivanka, a Elizabeth Holmres de Theranos e incluso a Richard Branson (fundador del grupo Virgin)".

Swinton aparece por primera vez en pantalla con un traje de lino blanco que puede parecer "una bata de laboratorio" y tiene inspiración de kimono. El blanco es el símbolo de esa pureza que quiere transmitir, de esa limpieza del apellido familiar. Tal y como haría Ivanka. Después pasa al rosa. "Al piggy pink" o "rosa cerdita", sus trajes de chaqueta de ejecutiva agresiva o el hanbok coreano clásico que lleva en una de las escenas claves, van en toda una paleta de rosas cerditos. Así había cierta reminiscencia a la propia Okja, la cerda gigante que da título a la película y es la protagonista junto a su dueña Mija.

La idea de que Lucy llevara un hanbok en la gran ceremonia en la que recibe a Okja y Mija en Nueva York salió de ver fotos de Richard Branson. "Hay muchas fotos divertidas de él con trajes regionales en los distintos lugares que visita por el mundo", cuenta Catherine George. Lo único que su hanbok no lo compraron en cualquier tienda de Seúl, sino que se la encargaron directamente a Karl Lagerfeld, que había diseñado uno en rosa para la última colección de Chanel Crucero Resort 2016 presentada justo en la capital surcoreana.

Chanel le hizo el hanbok rosa con lazo verde a medida a Tilda Swinton, y todo cuadró porque según la actriz "la imaginó llevando Chanel". Después, el equipo de la película creó una igual pero de materiales más baratos para la niña, Mija, para que quedara claro, siempre, que la supuestamente solidaria Lucy Mirando era una mujer más rica y sofisticada.