Definitivamente, la red carpet de la Gala anual del Metropolitan de Nueva York ha desbancado a los Oscar como la mejor alfombra del año. Y encima, en una edición como ésta, que el tema invitaba ha sido especialmente divertida. Si el año pasado lo protagonizaba Prada y Schiaparelli, Punk: Chaos to Couture es el título de la gran exposición de moda de este año en el Museo y la mayoría de las celebrities se lo han tomado muy a pecho. Tanto que en muchos casos se roza y se pasa el disfraz.
Mucho, muchísimo negro, dorados, transparencias, rejillas, tupés, y hasta pelos teñidos y, por supuesto, tirando de maquillajes coloristas, exagerados y ojos muy ahumados, la forma más fácil y rápida de pasar o recordar algo a los punks.
Los Sex Pistols están en la mayoría de las salas de la exposición, ya sea en vídeo o sólo su música... pero la pregunta es, ¿qué les parecería esta alfombra?
Jessica Alba (¡y esas cejas!) con un vestido de cuero de Tory Burch. Chloe Sevigny optó por transparencias, cortes asimétricos y un turbante, de Proenza Schouler.
January Jones de Chanel, el look punk se lo daba el maquillaje, de los más atrevisdos de la noche, y el tupé, el peinado más visto. Jennifer Lawrence iba más de diva que de punk, pero perfecta de Christina Dior, de la que es imagen, con redecilla, como en la campaña.
Carey Mulligan, elegante y minimalista, de Balenciaga. Emma Watson también siguiendo la moda cut out, con un diseño de Prabal Gurung.
Anne Hathaway, de las mejores de la noche temática, fue del brazo de Valentino, y lución un diseño vintate del diseñador de 1992, "en honor a Debbie Harry".
Jennifer Lopez, marcando embutida en un Michael Kors, de print animal
Jennifer Morrison, de Donna Karan Atelier (una de las firmas más vistas en la noche), se atrevió con una pequeña cresta.
Michelle Williams, con un sencillo y precioso vestido de Saint Laurent, y bolso libro de Olimpla LeTan. Blake Lively, de Gucci, en bicolor. Impresionante.
Felicity Jones, de negro y prin animal plateado, de Proenza Schouler. Brooklyn Decker, con un precioso Peter Pilotto.
Las Girls. Allison Williams, espectacular, de Altuzarra, mucho más punkie (casi vamp) que Lena Dunham, de Erdem.
Taylor Swift, de J. Mendel. Y Ashley Greene, de negro y drapeado, muy menina, firmado por Marchesa.
Patinazos en negro. Greta Gerwig, más gótica que punk, de Slimane. Y Emma Roberts, entre hippie y danza del vientre, de Diane Von Furstenberg.
Beyoncé, con un diseño de Ricardo Tisci, de botas a juego con el drapeado dorado de la falda. Demasiado. Su hermana, Solange iba más sesentera, de Pam Grier.
Las más punks. Ellos lo son o en el caso de Miley Cyrus, quiere serlo, imitando a Sid Vicious en el peinado y con un vestido de rejilla de Marc Jacobs. Madonna llevaba un look de Givenchy.
Jessica Biel, encontró un estilismo bastante punk pero con glamour, de Giambattista Valli. Y más cut out, el que llevaba Miranda Kerr, de Michael Kors.
Nina Dobrev, también eligió el vestido y pantalón, de encaje en vez de rejilla, de Monique Lhuillier. Kristen Stewart optó por un mono de Stella McCartney en burdeos, con maquillaje a juego.
Tanto Dakota como Elle Fanning (abajo) eligieron sendos vestidos de las hermanas al frente de Rodarte. Elle se atrevió más con el maquillaje en los mismos tonos que el vestido.
Christina Ricci, la única que eligió a la diseñadora más punk, Vivienne Westwood.
Rooney Mara, de corto y color burdeos, con un diseño de DelPozo. Muchísimo mejor su hermana, lo sentimos. Renée Zellweger, de Prada, demasiado clásica.
Kim Kardashian, también se lució bien lucida con este Ricardo Tisci floreado, iba acompañada de su pareja, Kanye West. Derecha, Alec e Hilaria Baldwin, mucho más sencilos.
Dos parejas elegantísimas. Colin Firth y su mujer Livia. Y John Krasinski y Emily Blunt, de Carolina Herrera.
Amber Heard, siguiendo el estilo que triunfó en los Oscar, de diva clásica, en rojo, de Emilio Pucci.
Pocas eligieron el rojo. Maggie Gyllenhaal y Emilia Clarke, de Ralph Lauren.
Kate Beckinsale, asimétrico, de Alberta Ferretti. Y Kate Bosworth, en mini, de Balmain.
Gwyneth Paltrow, impresionante, con este Valentino rosa. Vanessa Redgrave, también en rosa, de Carolina Herrera.
Alguien debía llevar cresta y, por supuesto, no pudo ser otra que Sarah Jessica Parker, con vestido en dorados y negro de Gilles Deacon y tocado encrestado de Philip Treacy. Ella tiene que destacar siempre.
Claire Danes, elegante, de Oscar de la Renta. Elizabeth Banks, eligió esta curiosa blazer-vestido de Atelier Versace.
Amanda Seyfried, que acudió de la mano de ¡Peeedro Almodóvar! llevaba un diseño estampado endorado y negro de Givenchy, de la que es nueva imagen.
Las Olsen, fieles a sí mismas. Ashley (izq.) con sari-túnica de su firma The Row y Mary Kate, en versión china.
Verde que te quiero... Poco verde hubo. Pero muy lucidos. Como el Louis Vuitton de Kirsten Dunst, con plumas.
O el Zac Posen de Uma Thurman. Rosie Huntington Whiteley, llevaba un Gucci de seda y rejilla.
Julianne Moore, acompañada de Alexander Wang y con un diseño firmado por él en Balenciaga.
Katy Perry, de reina bizantina, vestida y acompañada por Dolce & Gabbana. Y Gisele Bundchen, de Anthony Vaccarello. Al menos, tienen actitud.
Julianne Hough, tirando más al rock, lució el look más barato de la alfombra: de TopShop, acierto total.
Cameron Diaz, de azul klein, de Stella McCartney, su compañera de alfombra. Un vestido capa de superheroína, por lo menos. Jessica Paré, de Jason Wu.
Pocas veces falla Kerry Washington, pero anoche algo lo hacía (¿los guantes, el pelo…?), el vestido de Vera Wang. Naomie Harris, impresionante, en azules degradados, de Donna Karan Atelier.
Zachary Quinto fue el único hombre que se atrevió un poco más, incluso tiñéndose el pelo. Derecha, Nikolaj Coster-Waldau, de esmoquin azul.
Sofia Coppola en pijama, y Marc Jacobs.
Anna Wintour, de Chanel Couture y su hija Bee Schaffer, de Christian Dior Couture. Para ser una de las madrinas, no pudo escoger nada más alejado del punk. Lo mismo Heidi Klum, con un precioso Marchesa.
Aubrey Plaza, de Marios Schwab. Y Hailee Steinfeld, sigue impresionando en las alfombras, esta vez de Donna Karan Atelier.
Rooney Mara, una de las más guapas de la noche, con este Givenchy blanco. Nada nada que ver con la auténtica punkie que interpretó en Millennium. Iba acompañada del diseñador de su vestido, Ricardo Tisci.
Minimalismo blanco de Calvin Klein eligió Olivia Wilde, acompañada por su prometido Jason Sudeikis, con zapatillas de deporte, por cierto.
Emmy Rossum, de Donna Karan Atelier (ese moñete). Y Bella Heathcote, janeausteneana, de Chanel.
Katie Holmes, el ángel de la noche, también eligió Calvin Klein.
Sienna Miller (la reaparición), total look de Burberry: vestido blanco y chupa de tachuelas, lo complementó con diadema y muchos pendientes. Ginnifer Goodwin, los ojos más ahumados de la noche, llevaba un bicolor con lentejuelas de Tory Burch.
Dos patinazos, cada uno en su estilo. El de Marion Cotillard, en melocotón claro, de Dior. Y el de Linda Evangelista, la reina prometida pomposa, de Marchesa.
Bicolores. Gwen Stefani, de Maison Martin Margiela. Kylie Minogue, de Moschino Cheap and Chic. Y Leelee Sobieski, con un pelo nada favorecedor, iba de Dior.
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