OPINIÓN

‘Battlestar Galactica’: Dios respira en el vacío

Uno de los remakes más ambiciosos jamás rodados, y uno de los shows de ciencia-ficción más atrevidos. 
Los protagonistas de 'Battlestar Galactica'.
Los protagonistas de 'Battlestar Galactica'.
Cinemanía
Los protagonistas de 'Battlestar Galactica'.

No todo van a ser novedades en esta vida: CINEMANÍA rescata los shows que hicieron historia de la TV con esta colección de artículos. Bienvenidos a nuestros Clásicos en serie.

En el Olimpo de las series de ciencia-ficción residen criaturas tan extrañas, corresponde al género, o incluso más. Pero el caso de Battlestar Galactica (Amazon) es peculiar hasta para este cosmos de rarezas. 

Porque, si bien las utopías socialdemócratas (Star Trek) o las criaturas metamórficas (Doctor Who) son presencias esperables en un lugar así, no lo es tanto una ficción cuyo origen remoto está en la teología mormona.

Pero así es: la génesis de Battlestar Galactica está en otra serie homónima (1978-1980) con la que el productor Glen A. Larson (El coche fantástico) trató de divulgar las prédicas del profeta Joseph Smith mediante un baño de futurismo post-Star Wars. 

Décadas más tarde, cuando el show original era ya una reliquia, Ronald D. Moore (Star Trek: Espacio Profundo 9) lo sacó del desguace, conservando sus premisas… pero dándoles un sutil giro. En la nueva Galáctica, la religión discurría por rutas más cercanas a Ingmar Bergman que a los Santos de los Últimos Días.

Tan asfixiante como corresponde a una historia de refugiados y fugitivos, agraciada con figuras memorables (del coriáceo Adama –Edward James Olmos– a la presidenta Roslin –Mary McDonnell– y su realpolitik en el vacío), Battlestar Galactica es un cuento de criaturas y creadores centrado en la vileza de la especie humana y en las formas de remediarla, aunque esta (como afirmarían Número 6 –Tricia Heifer– y el resto de máquinas pensantes) sea el genocidio.

Sus dilemas morales se pasan a veces de rebuscados y, al correr de las temporadas, cayó de lleno en la pretenciosidad, pero su influencia es capital (pregúntaselo a Rian Johnson, que se fijó mucho en ella para Star Wars: Los últimos Jedi) y sigue siendo una experiencia imprescindible. ¡Así decimos todos!

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