OPINIÓN

Soy multitud

Soy multitud
Soy multitud
Soy multitud

Por unos de esos sorprendentes e inesperados resortes que a veces saltan en nuestro cerebro, he recordado con todo lujo de detalles que un buen día de 1982, cursando 3º de BUP en el instituto, intenté imaginar cómo sería yo mismo en el año 2000. He rememorado el aula en la que me encontraba, la profesora que nos daba clase y hasta el acto de sumar mentalmente la diferencia para concluir que tendría 34 añazos. La idea de un yo tan mayor se me antojó inabarcable, como cabe esperar de cualquier adolescente cabal, es decir, con la cabeza llena de pájaros. No pude ni supe aventurar qué aspecto luciría, qué ideas manejaría o de qué manera la vida adulta se habría apoderado de mí.

Pero pasó el tiempo, en lo que ahora parece un suspiro, y no sé si el año 2000 llegó hasta mí o yo a él. La cosa es que también recuerdo haber sentido en ese cambio de siglo que mis impulsos vitales no se habían transformado tanto desde mis primeros usos de razón. Lo más raro es que han pasado otros 14 años desde aquel punto de inflexión y sigo en las mismas. Ese yo del futuro, imaginado en los 80, es ahora un ser pretérito que convive con el imberbe de 16 años dentro de esta carcasa cuarentona que también contiene mi yo actual. Vistos desde 2014, los tres tipos me parecen el mismo perturbado: ninguno supo imaginarse dentro de unos años y mucho menos preveer cuánto le quedaba. La incertidumbre da para una película de mi vida en la que el Joel Courtney de Super 8 sería el joven, el Justin Timberlake de In Time haría de adulto y el Schwarzenegger de Terminator 3 daría vida al viejuno, por si resulta que al final he venido del futuro para imaginar una eterna vida de adolescente. Creo que me estoy liando. Esto me huele a un montón de secuelas.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento