OPINIÓN

Tristeza 'alone'

Tristeza 'alone'
Tristeza 'alone'
Tristeza 'alone'

Los científicos Emmitt Wiley y Elmer Fridrich inventaron la lámpara halógena. ¡Ya les podía haber comido la mano un gorrino! Estoy frente al espejo del baño viendo cómo se me clarea el cartón de la cabeza por los p***s halógenos. Y claro, esto ha hecho que vengan a mi mente cosas bajoneras. Que si una vez tuvimos un programa de sketches y ahora nanai de la china; que el otro día me subí a un taxi que olía a ropero viejo; que tengo casi cuarenta años y sigo haciendo las mismas bromas que cuando era joven; que llevo puestos unos calcetines con tomates; que anoche vi un documental del que no recuerdo el nombre donde un chimpancé que a pesar de estar tratado a cuerpo de rey durante toda su monesca vida casi le arrancaba la mano de un bocado a su cuidador; que se me han estropeado la lavadora, la tostadora y el exprimidor todo a la vez; que por lo visto las cañerías de mi baño están rotas y están haciendo un recalo en la casa de la vecina de abajo; que tengo 20 llamadas perdidas de la vecina de abajo… y cosas por el estilo. Y creo que me estoy poniendo triste. Mi boca se arquea para abajo, mis ojos se entornan, toda mi cara es un mohín. ¡Ay, la leche! Están brotando lágrimas, un manantial de lágrimas baña mis mejillas. Ahora está claro: estoy mogollón de triste. Todo lo triste que puede estar un varón caucásico con miopía y astigmatismo. ¡Cómo lloro! ¡Si lo vieran algunos directores que yo me sé! Pero… ¡estoy solo! ¿De qué sirve sumirme en este estado de melancolía si no pueden verme? Voy a bajar a la calle a ver si alguien me ve así de mal. Pero, ¡un golpe de suerte! Llaman a la puerta, que estoy abriendo en este preciso instante y, ¡vaya!, es mi vecina la de abajo. Está alteradilla, porque de hecho me está gritando a la cara que la casa se le está inundando. Le digo que estoy muy triste pero no sé por qué he dejado de llorar. Estoy intentando llorar otra vez y no puedo y sin embargo, no sé porqué he empezado a sonreír. ¡Joder! Sonreír no, sonreír no, llorar, llorar. La vecina me acaba de dar una hostia. Y bueno, por esa parte mal, pero me acabo de acordar del nombre del documental* del mono, por esa parte bien.

*El documental se llama Proyecto Nim.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento