Os quiero y eso

No me entendáis mal, claro que os quiero. Sois mis fans y me admiráis y estáis pendientes de mí y me reís las gracias y me envidiáis y todo eso que hacen los fans.

O sea que cuando pongo en mi Twitter: “Os quiero followers, os quiero más que a mi vida”. ¡Es verdad! ¡Que me aspen si miento! Pero claro, como algo abstracto. Para mí sois como una masa sin rostro ni cara. Como una masa de amor, virtual e inaprensible. Pero vamos, que os quiero, eso seguro. Aunque la verdad es que no os conozco de nada. Es imposible conocer a 7.485 personas-followers, quiero decir conocerlas bien, bien. Si hasta mi cuñado es para mí un misterio imaginaos vosotros. Pero a pesar de eso, sois importantes en mi vida. ¿Cómo de importantes? Bastante. ¿bastante más que el cine iraní? Sí, bastante más. ¿Bastante más que el Circo del Sol? Muchísimo más importantes que el Circo del Sol. ¿Bastante más que Cristobal Montoro? Bueno ahí, ahí. Y dedico mucho tiempo a leer vuestras pequeñeces, vuestros tweets. Y los tweets donde decís que soy un genio o un crack me gustan mucho, sin embargo en los que me criticáis o ponéis impertinencias me llevan al desánimo. Sacad vuestras conclusiones.

PERO HA QUEDADO CLARO QUE OS QUIERO.

Ahora, el otro día iba por la calle y se me acercó un grupo de adolescentes, casi media docena y me rodearon y empezaron reírse fuerte y a decir mi nombre en alto y alguno hasta me tocó. Y después uno de ellos, el líder, propuso que nos hiciéramos una foto y me situaron en medio del grupo y nos quedamos quietos un rato larguísimo hasta que el que tenía el iPhone dijo que sin darse cuenta estaba haciendo un vídeo. Entonces todo estallaron en sonoras carcajadas y finalmente nos hicimos la foto, esa y tres más por lo menos.

¿HAY DERECHO A ESTO?