OPINIÓN

Hace un año

Hace un año
Hace un año
Hace un año

Hace exactamente un año, asistí al estreno de una película que parecía que iba a hacer una taquilla razonable, pero que al final consiguió reunir lo que podían ser los ahorros de una familia. Y sí, era española.

La película me pareció horrorosa, al menos las partes que entendí, pero al final de la proyección aplaudí a rabiar, mientras miraba a la gente que me rodeaba. Ellos a su vez se miraban entre ellos, también me miraban a mí y aplaudían, claro. En un momento dado, el director y el elenco de actores se levantaron y entonces les miramos a ellos, mientras no parábamos de aplaudir. Así un rato.

Después fuimos a una discoteca y entonces empezó la fiesta. No miento si digo que me dio la sensación de que mucha de la gente que había acudido a la proyección esperaba con ansia indisimulada ese momento. No es que hubieran ido sólo por eso, no, pero sí que se les veía mas animados por momentos. Yo me quería ir, bien sabe Dios que no soy de alternar pero… No sé si fue la música, las luces, algo que me echaron en la bebida… Total que me quedé. Me quedé bastante.

Y empezaron a venir actores jóvenes a abrazarme. Primero de uno en uno y luego en grupos. Y aunque me costaba diferenciarlos, me parecían todos muy simpáticos. Ellos se reían y yo me reía con ellos. Y nos fuimos a fumar a escondidas a los baños, o sea que esta parte de la fiesta bien.

Pero luego estuve hablando con tres directores de cine. Cada uno de ellos tenía una mirada propia:

El director 1 miraba lejos y fijo.

El director 2 tenía una mirada intensa y febril.

El director 3 directamente se miraba los zapatos.

Los tres me dijeron que tenían un papel para mí, el uno de hacker, el otro de superdotado y el último de líder de una secta. Me lo aseguraron y aunque se tambaleaban cuando lo hacían, les creí. Bueno, pues ha pasado un año y como diría la actriz y cantante Bebe: nada de nada, monada.

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