Discurso ya preparado

Que ganaré un premio de interpretación algún día es algo que sucederá seguro, como la subida del IVA, el deshielo o la maternidad de Shakira. Y será un premio importante, a saber: un Goya, un Oscar o el Premio de la Asociación de Vecinos de La Elipa. Así que estoy preparado ¡ya lo creo! Porque el traje ya lo tengo (es uno azul oscuro brillante que me compré para la boda de mi primo, que me queda como un guante) y el discurso también lo he preparado, además con todo detalle, porque hay compañeros que cuando recogen un premio no lo hacen bien, que ya era hora de que alguien lo dijera. Pero eso a mí no me va a pasar. La cosa sucedería así:

PRESENTADOR: Y el premio al mejor actor protagonista es para: ¡Joaquín Reyes!

YO: Gracias, gracias (mohín de emoción), muchas gracias (me arrodillo con el premio entre las manos), muchas gracias, de verdad (estrecho el premio contra mi torso y hago la croqueta por el suelo). Muchas gracias (me levanto y me acerco al micrófono) ¡Oh, Dios mío! Gracias, gracias (simulo que lloro). Es para mí un forfer mach macler (pronuncio cosas ininteligibles, simulo que lloro otra vez). No puedo, gracias, gracias (arranco un aplauso). Gracias de verdad, gracias (me abro el chaleco del traje, me abro la camisa y enseño una camiseta con un lema reivindicativo todavía por definir). Gracias, gracias, no me lo esperaba, gracias (levanto el premio sobre mi cabeza y aúllo). ¡Auuuuu! (alguien viene, me coge por el brazo y me aleja del estrado). ¡Auuuuu! (me zafo y vuelvo a acercarme). Gracias, gracias de verdad (vienen dos señores más a ayudar). Gracias, gracias (estos gracias apenas se oyen, desaparezco por un lado del escenario pataleando, riendo y llorando a la vez).