El espacio: otra vez la última frontera

Uno de las primeras apuestas sólidas de Sony para establecer PS3 como una potente plataforma de juego on-line fue el lanzamiento en 2007 de Warhawk. Éste juego permitía entablar enzarzados combates contra un elevado número de contendientes a pie o en vehículos terrestres y aéreos. A pesar de las críticas generalmente positivas y de contar con un sólido grupo de fan, no fue uno de los juegos de más existo de Sony. La amarga realidad existencial de los juegos de segunda fila.

Cinco años después Sony vuelve a confiar en Santa Mónica Studios y en las buenas ideas de Warhawk para lanzar Starhawk, potenciando los aspectos positivos de su predecesor y añadiendo todo aquello que le faltaba. El elemento principal y más evidente es incluir un modo historia: una mezcla de western y aventuras espaciales que tan buen resultado ha dado durante años con productos como Star Wars o Firefly: Tenemos mineros y colonos, salvajes mutantes, pistoleros de alquiler y una historia de venganza. Pero esto no es más que el envoltorio de la experiencia de juego que supone Starhawk.

El modo individual, aunque entretenido, no es más que el entrenamiento necesario para sobrevivir a los intensos combates on-line. Intensos y adictivos. Seguramente una las mejores opciones para amortizar tu ADSL que existe ahora mismo en PS3. Muchos jugadores haciendo el cabra en enormes escenarios con artillería pesada y vehículos de todo tipo. “Divertido” es un concepto que empieza a quedarse pequeño y a apretar en ciertas partes la mar de incómodas cuando pasas de perseguir a tus enemigos a lomos de veloces motos aéreas a tratar de sobrevivir un asedio en una posición fortificada mientras las naves de tus contrincantes no paran de bombardearte desde el aire. Las posibilidades son muchas, muchísimas, y siempre violentas, espectaculares y entretenidas.

Pero, por si no fuera suficiente, Starhawk introduce un interesante concepto: “BUILD and BATTLE”. Como en la mayoría de los juegos de estrategia en al línea “Starcraft” o “Command & Conquer” podrás acceder, en tiempo real a un menú radial que te permitirá construir y desplegar varios tipos de estructuras, como torretas defensivas y antiaéreas, o fortificaciones capaces de repeler los ataques más enconados. La capacidad para administrar tus recursos y su estratégica disposición será clave para sobrevivir. Y muy divertido, maldita sea, porque a todos nos encanta derrochar nuestros ahorros en crear una doble línea defensiva de torretas que sea lo más parecido que existe en terminología militar a un picadora de carne de trescientos metros de ancho. Sabes que te gusta.

Como también te gusta protagonizar acrobáticos duelos entre las nubes o pilotar una enorme armadura de combate con lo último en armas de destrucción… Total.

Así pues, la jugabilidad es el punto fuerte de este título, que por desgracia, no borda la experiencia de juego con un acabado técnico brillante. Aunque el sonido cumple y algunos efectos está realmente logrados (así como la separación de canales en el modo envolvente) no es nada especialmente destacable. Y tampoco lo es el apartado gráfico, ya que ni el modelado, ni las texturas o animaciones, de personajes y escenarios, pasarán a la historia. Y eso deja un cierto sabor agridulce ya que si a su desbordante jugabilidad se le hubieran añadido unos gráficos más cuidados, estaríamos seguramente ante un juego de los que se recuerdan a lo largo del año. Desgraciadamente, la franquicia parece haberse quedado una vez más a las puertas de la gloria. A pesar de ello, seguro que conquista a un gran número de fieles jugadores, que una vez más, lo atesorarán como uno de sus juegos on-line indispensables. Bienvenido a la nueva frontera de los juegos: nadie dijo que llegar allí fuera a ser fácil.

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