En un comunicado, la Jefatura Superior ha explicado que el testigo llamó entonces al teléfono 091, por lo que varios agentes acudieron al lugar y comprobaron que el candado que cerraba la puerta del comercio había sido forzado y ésta se encontraba abierta, aunque en el interior no localizaron a nadie.

Por su parte, con las características físicas facilitadas por el testigo, los policías llevaron a cabo una búsqueda por los alrededores hasta localizar a los dos individuos en una calle colindante, el primero realizando labores de vigilancia y el segundo de ellos abriendo la ventana de una vivienda.

Mientras, al ser interpelado por los agentes, uno de los individuos les manifestó en tono desafiante que "mirar no era un delito".

Tras ser reconocidos como los dos jóvenes que accedieron al interior de la clínica veterinaria, fueron detenidos como presuntos autores de un delito de robo con fuerza.

Asimismo, los agentes comprobaron que los arrestados momentos antes habían abordado a un transeúnte pidiéndole dinero y ante su negativa le insinuaron que llevaban un cuchillo, aunque el ciudadano evitó el robo huyendo a la carrera del lugar.