Caos organizativo en el primer dia del festival Mad Cool

El arranque de Mad Cool 2018, con el ansiado retorno a la capital de Pearl Jam y el traslado a un nuevo recinto a la altura de las grandes citas mundiales, se pintaba de partida como un día para la historia que, al final, ha empañado el caos de una organización ineficaz para una apuesta tan gigante.En las primeras horas de la jornada, que aspiraba a recibir a 80.000 personas con todos los abonos y entradas agotados desde hace meses, los protagonistas de las charlas y las redes no eran las actuaciones de Eels o Fleet Foxes, sino quejas por las caminatas e imágenes de largas colas de varios kilómetros al sol en julio, en competencia con atascos de más de una hora para acceder al párking.