Pertenecen a bandas especializadas que gracias a este fraudulento negocio ganan miles de euros, pueden llegar a cobrar hasta 600 euros por una revisión. Durante el invierno se multiplican los casos de estafa y las compañías suministradoras del gas recuerdan que sus técnicos nunca cobran, que el importe de la revisión se pasa en la factura del mes siguiente. Además las compañías ante de hacer la revisión, que se hace cada cinco años, envían una carta al domicilio para concretar la cita.