El concejal del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Zaragoza, Sebastián Contín, ha presentado un Plan de prevención y seguridad urbana frente al viento, que incluye medidas de autoprotección, especialmente para menores y personas mayores, al ser los colectivos más vulnerables, frente a esta inclemencia meteorológica.

Para ello, el Plan cuenta con cursos de formación dirigidos por especialistas, como bomberos y agentes de Policía Local, acompañados de voluntarios que impartirían charlas en centros escolares y centros cívicos entre otras instalaciones.

En rueda de prensa, Contín ha incidido en la "buena voluntad del PP" al trasladar este Plan al equipo de gobierno para que lo trabaje con los expertos y posteriormente se debata en comisión o pleno para que pueda recibir aportaciones de todos los grupos municipales. "Creemos que es la forma más honesta de dar ideas valiosas".

El concejal del PP ha precisado que la ciudad cuenta con un Plan Municipal de Protección Civil para actuar cuando se producen fuertes vientos (cierre de parques o intervención de bomberos), pero "sorprende" que no existe un plan que contribuya previamente a prevenir y reducir los riesgos y los daños por estos episodios climatológicos.

RIESGO

Contín ha observado que "Zaragoza es una ciudad especialmente expuesta a fuertes rachas de viento y no se comprende que no haya un plan de actuación de estas características".

En este sentido, ha recordado que el pasado lunes se detectaron rachas de hasta 98 kilómetros por hora, que "produjo la caída de 26 árboles y este martes se han derribado unos 40 ejemplares en las cercanías de las ciudad que ha tenido a los bomberos desbordados".

Asimismo, ha expuesto que se contabilizan cerca de 90 árboles de "alto riesgo" en el Paseo de Fernando el Católico y Gran Vía, según se recoge en informes municipales que alertan del grave riesgo que presentan por el estado de sus raíces debido a las obras del tranvía.

MEDIDAS

Sebastián Contín ha desgranado las medidas planteadas en relación con el arbolado, los contenedores de basura, los elementos arquitectónicos más expuestos al viento, el mobiliario urbano y los planes de prevención y formación entre la población.

Respecto al arbolado ha propuesto reforzar las inspecciones periódicas a los ejemplares de la ciudad identificando aquellos con más riesgo e incrementando las labores de poda y de control de plagas, raíces podridas o daños estructurales.

De igual modo, ha planteado revisar las condiciones de riego y drenaje de los árboles de forma individualizada, vigilando especialmente los situado en las cercanías de cauces de agua.

En lo que se refiere a los contenedores, Contín ha insistido en adoptar medidas para evitar los "contenedores voladores" revisando la ubicación de muchos de ellos, soterrándolos, implantado fijaciones al suelo o colocando parapetos protectores.

Además, ha detectado la necesidad de aumentar las inspecciones técnicas de edificios para identificar situaciones de riesgo en aleros, tapias, antenas de televisión y telefonía, carpas y andamios, entre otros elementos.

También incluiría un plan sistemático de inspecciones anuales del mobiliario urbano realizadas por las propias empresas y un plan de formación en escuelas, centros de mayores, centros cívicos, empresas y centros de trabajo a cargo de equipos de formadores profesionales expertos en la materia.