Del paso adelante del derbi al paso atrás en Balaídos. La peor versión del curso del Atlético naufragó en su visita a un buen Celta condenada por su incapacidad para retener el balón, para gestionar sus posesiones o para frenar la inspiración de Orellana y Nolito, dos constantes quebraderos de cabeza.

No existió el Atleti durante una primera parte en la que deambuló errático e impreciso, bajo de revoluciones, incapaz de proponer. El Celta, sin oposición en el medio, llegaba con mucha facilidad y hasta seis saques de esquina disfrutó el equipo local.

Simeone sacrificó pronto a Tiago para ganar presencia en el medio del campo, una apuesta que no aportó más tranquilidad. El 0-0, y una aparición de Mandzukic, era lo mejor al descanso.

Mejoró su imagen el Atlético tras el descanso, algo más presionante. Pero en una jugada que arrancó con un mano clara de Augusto que el árbitro no contempló, Mario, el relevo de Tiago, derribó a Nolito en el área. El andaluz firmó el gol de penalti y el inicio de una condena que ratificó el guardameta Sergio con sus paradas ante Saúl (min 59) o el eléctrico Griezmann (min 65), el mejor de los suyos.

El Celta gestionó bien su ventaja, rozó el 2-0 en un fallo de Larrivey a puerta vacía y lo ratificó con un buen tanto de Orellana.

El Atlético, buscando a Mandzukic con envíos largos como única apuesta y un derribo de Siqueira claro en el área, acabó siendo salvado de una renta mayor por Moyá.

2 - Celta de Vigo: Sergio Álvarez, Sergi Gómez, Cabral, Fontás, Jonny; Radoja, Krohn-Dehli (Alex López, min.90), Augusto; Nolito, Orellana (Santi Mina, min.90) y Larivey (Hernández, min.75).

0 - Atlético de Madrid: Moyá; Juanfran, Miranda, Godín, Siqueira; Griezmann, Gabi (Giménez, min.72), Thiago (Mario Suárez, min.33), Saúl; Fernando Torres (Cani, min.46) y Mandzukic.

Goles: 1-0. m. 57, Nolito, de penalti. 2-0: m. 71, Orellana.

Árbitro: Martínez Munuera (colegio valenciano). Amonestó a Mario Suárez, Mandzukic y Cani por parte del Atlético de Madrid.

Incidencias: encuentro correspondiente a la vigesimotercera jornada de la liga BBVA, disputado en el estadio municipal de Balaídos ante 22.099 espectadores.