La decimoctava edición del festival Sonorama, con sede en Aranda de Duero (Burgos), ha cerrado sus puertas tras contar con la asistencia de más de 50.000 personas en sus cuatro jornadas y con la sensación de que el mismo, como así ha valorado su organización, ha entrado ya en una "rueda de progresión imparable que no hace más que crear unas expectativas altísimas para su próxima edición de 2016".

Prueba de que los 'sonoramers' tienen ya la mente en la próxima edición es que la organización ha decidido poner a la venta esta misma mañana las primeras doscientas cincuenta entradas para 2016 y que se han agotado en menos de diez minutos.