El Alma Mater Museum refleja la evolución del arte del siglo XIII al XXI a través de piezas del Crucificado

  • Una veintena de piezas, entre ellas una docena de Crucificados, explican en una exposición que acoge el Alma Mater Museum entre este viernes, 13 de abril, y el próximo 13 de mayo, la evolución del arte a través de este tipo de representación religiosa entre el siglo XIII y el siglo XXI. Todas las piezas proceden de la Diócesis de Zaragoza.
Cristo Crucificado De Damián Forment Y Taller
Cristo Crucificado De Damián Forment Y Taller
EUROPA PRESS
Cristo Crucificado De Damián Forment Y Taller

Así lo han explicado durante la presentación de esta muestra el director científico del Alma Mater Museum, Domingo Buesa, el ecónomo diocesano, Jaime Sanaú, y el director de la Oficina de Comunicación de la Iglesia en Aragón, José María Albalad.

La exposición se titula 'La imagen del Crucificado en el arte diocesano desde el siglo XIII' y la inaugurará esta tarde, a las 19.00 horas, el arzobispo de Zaragoza, monseñor Vicente Jiménez. La muestra ha sido financiada por la Fundación Ibercaja.

El director científico del Alma Mater Museum de Zaragoza, Domingo Buesa, ha explicado que el visitante va a poder encontrar la imagen del Crucificado más antigua de la diócesis, del siglo XIII, una cruz parroquial datada entre los años 1240 y 1270, que se halla en la parroquia de la Asunción de La Almunia de Doña Godina, si bien procede de la Iglesia de Cabañas de Jalón.

Igualmente, se exhiben piezas del siglo XXI, en concreto, una cruz abstracta del año 2013 de Javier Sauras y el Cristo en la Cruz de Manuel Miñarro, de 2014, esta última escultura de arte figurativo y que el artista andaluz realizó para la Cofradía de las Siete Palabras de Zaragoza a partir de un estudio minucioso de la Sábana Santa, reproduciendo las proporciones del cuerpo que aparece en ella.

Entre ambas etapas, Buesa ha indicado que se ha hecho una selección de Crucificados utilizando el criterio temporal, para que hubiera representación de todos los siglos que abarcan este periodo, eligiendo "las piezas más importantes de la diócesis, algunas devocionales, pero que se han traído para la exposición", mostrando "los ideales estéticos y religiosos" para "transmitir mejor la piedad de cada momento".

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El director científico del Alma Mater Museum ha destaco algunas piezas, además de las ya citadas, como el Cristo Crucificado de Damián Forment, del siglo XVIII, de madera policromada, originario de la Iglesia parroquial de Santa María Magdalena de Zaragoza.

También ha detallado que fue a partir del siglo VI cuando apareció la figura de Cristo en las cruces, que hasta ese momento se representaban sin ella.

En la muestra, las primeras piezas, del románico, muestran a un Cristo triunfante, que pasa a ser doliente en el gótico y sereno en el Renacimiento.

En el barroco, ha continuado Buesa, "se hace una escena gráfica del momento de la muerte" y aparecen las calaveras a los pies de la cruz, simbolizando a Adán, que según la tradición se enterró en el Gólgota y cuya calavera emergió en el momento de la muerte de Cristo en ese lugar, representando la rendición del género humano.

El director científico ha relatado que en siglos posteriores la cruz pasa a ser un elemento devocional, que entra en las casas particulares por lo que se reduce su tamaño.

Piezas de todas estas épocas se ofrecen en la exposición, junto a un Cristo Yacente, una representación de la Dolorosa, una reliquia del Lignum Crucis, una Biblia y un misal.

Buesa ha subrayado que el objetivo es "hacer un recorrido por la historia de la diócesis" y reflejar "cómo desde Zaragoza se han generado obras muy importantes en la historia del arte y en la iconografía del Crucificado", para comentar que se trata de una exposición "pequeña, pero de joyas, con una cuidada selección" y que permitirá al público conocer "la evolución del gusto y la estética a lo largo de los siglos".

700 ANIVERSARIO

El director de la Oficina de Comunicación de la Iglesia en Aragón, José María Albalad, ha señalado que esta muestra se enmarca dentro de un programa de actos religiosos, culturales, artísticos y litúrgicos con motivo del 700 aniversario de creación de la Archidiócesis de Zaragoza.

Albalad ha dicho que 2018 "es un año especial para la Iglesia local" ya que el 18 de julio de 1318 Zaragoza "fue elevada a archidiócesis y sede metropolitana por la bula del papa Juan XXII". Además, este centenario también está incluido en el proyecto 'Zaragoza 2018. Conmemoración aniversarios de la ciudad', ya que coincide con otras celebraciones centenarias de la capital aragonesa.

El ecónomo diocesano, Jaime Sanaú, ha deseado que la imagen del Crucificado "ayude a miles de visitantes a ahondar en la condición humana" ya que esta muestra "no se queda en lo meramente estético, sino que traslada un mensaje teológico y catequético, la apertura humana a la trascendencia".

Sanaú ha explicado que el Arzobispado de Zaragoza "renueva su compromiso con la ayuda al mundo contemporáneo a través del arte y la cultura porque la fe es creadora de riqueza" y "el patrimonio de la Iglesia católica está siempre al servicio de la sociedad y por eso se realiza un esfuerzo de conservación y difusión".

Asimismo, ha subrayado el papel del Alma Mater Museum "al servicio de Zaragoza, las diócesis aragonesas y de la región" y ha dicho que se ha convertido "en espacio de diálogo y construcción personal, que transciende la lógica de un museo convencional y que está adaptado a personas con necesidades especiales".

En él, "además de difundir el legado histórico, artístico y cultural de una institución milenaria como la Iglesia católica, se ofrece una oportunidad de comprender el presente y proyectar el futuro desde el conocimiento de la historia", ha manifestado Sanaú.

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