Un hombre de 35 años fue detenido en la localidad de Fabero, el Bierzo, (León) por un presunto secuestro y arrojarle líquido abrasivo y pegamento en la vagina a su expareja. Así se lo han confirmado los Efectivos de la Guardia Civil locales a la víctima. Estos agentes, junto con fuentes de la Subdelegación del Gobierno investigaron los hechos que tuvieron lugar la noche del lunes y que este miércoles han concluido con la puesta en libertad del detenido por denuncia falsa.

La mujer, de 36 años, se disponía a sacar a pasear a su perro, pero cuando salió del portal "dos personas se abalanzaron sobre ella y la metieron en un coche", informó su abogada, Emilia Esteban, a 20minutos. Entre los dos atacantes se encontraba su expareja, que salió de prisión el pasado viernes, donde ingresó tras varias denuncias por malos tratos desde octubre de 2015, cuando rompió la mujer una relación de varios meses, y que finalmente ha quedado en libertad por una presunta denuncia falsa.

"La llevaron a una bodega en Bembibre —otro municipio berciano situado a 30 kilómetros del lugar de partida— donde "la golpearon y le echaron un líquido que le quemaba en su zona íntima, una especie de pegamento abrasivo", ha explicado Esteban.Pero, la víctima, aunque pudo reconocer a su expareja, no pudo aportar datos sobre el otro agresor, aunque la letrada comenta que podría tratarse de un amigo o familiar del otro asaltante.

Esteban señala que la víctima estuvo maniatada y desnuda, con una media para taparle los ojos, mientras la sometía a abusos y vejaciones que le provocaron un "miedo indescriptible", tras lo que la abandonó cerca de una casa en ruinas, tras amenazarla con dejarla sobre las vías del tren.

"Su intención era llevarla a las vías para que la atropellase el primer tren que pasara, pero al final la dejó cerca de una casa abandonada en el barrio de la estación", explica Esteban, que confirmó que su clienta presentó la denuncia sobre las 04.00 horas de la madrugada, después de que consiguiera llegar a una farmacia de la zona, donde la ayudaron y acompañaron hasta el ambulatorio de Bembibre, centro en el que recibió los primeros auxilios.

La abogada recuerda que el presunto agresor, que pasará mañana a disposición judicial por este caso, ha estado implicado en múltiples detenciones y entradas en prisión por quebrantar "entre cinco y siete veces" la orden de alejamiento que pesaba sobre él". "Cada vez que sale de prisión se repite la misma historia", dice Esteban que añade que siente "una impotencia y una frustración tremenda" por el caso.

La letrada además ha reprochado que no se proteja a su cliente: "Ella denuncia pero no la protegen". A su juicio, "existe un riesgo vital evidente" y señala que el supuesto autor está obsesionado con ella: "Le hace la vida imposible, le escribía cartas desde la cárcel amenazándola a ella y a su hijo, de 12 años. Incluso amenazaba a su familia por Facebook y llegó a colarse en su domicilio cuando ella no estaba", relata la letrada.

"Señoría, como lo deje libre vamos a salir en los medios de comunicación. Va a acabar con la vida de mi hija y de mi nieto", declaró aterrorizada la madre de la víctima este lunes. Lo hizo ante el juzgado de violencia de género en el que ese mismo día tuvo lugar una vista a petición del abogado del detenido, que reclamaba su libertad: llevaba tres meses en prisión provisional y no se había fijado fecha para un juicio.

Pero, a pesar de que la acusación y la fiscalía pidieron su retorno a prisión, el titular del juzgado aceptó la solicitud del representante legal del presunto agresor. Los acontecimientos se precipitaron llegada la noche. No tardó más que unas horas en volver a actuar. Tiene instalado el sistema de control a través de un dispositivo GPS —que alerta a la policía en caso de que se acerque a la víctima a menos distancia de la permitida— desde su anterior ataque, pero "no funcionó" por causas que se desconocen.