La JQCV se adapta al Marco Europeo con 6 niveles de certificación que "abren la puerta" al uso del valenciano

  • VALENCIA, 23 (EUROPA PRESS)
Vicent Marzà y Rubén Trenzano
Vicent Marzà y Rubén Trenzano
EUROPA PRESS
Vicent Marzà y Rubén Trenzano

El nuevo modelo de Junta Qualificadora de Coneixements del Valencià (JQCV) ha emprendido el camino para adaptarse al Marco Europeo Común de Referencia para las Lenguas con seis niveles de certificación de valenciano (A1, A2, B1, B2, C1 y C2) y nuevas pruebas que pretenden cambiar la mirada sobre la lengua con un enfoque fundamentalmente "comunicativo" que "huye de la titulitis para abrir la puerta al uso del valenciano y homologado a nivel europeo".

El calendario de aplicación será "progresivo" este año y que estará plenamente implantado en 2018.

Así lo ha avanzado el conseller de Educación, Investigación, Cultura y Deporte, Vicent Marzà, que este lunes ha ofrecido una rueda de prensa junto al director general de Política Lingüística y Gestión del Multilingüismo, Rubén Trenzano, para dar a conocer los detalles de la orden que regula el nuevo modelo de JQCV, y que se someterá a exposición pública a partir de este martes.

Además de regular los certificados oficiales de conocimientos de valenciano de la JQCV, la nueva orden detalla las tablas de homologación de títulos expedidos por otras instituciones que se habían abandonado en 1995 y que ahora se reanudan con una novedad: incluye la homologación de títulos expedidos por las cinco universidades públicas valencianas pero también por aquellas que forman parte de la Comisión Interuniversitaria de Estandarización de Acreditaciones de Conocimientos de Valenciano (CIEACOVA), a la que también pertenecen instituciones académicas privadas.

NUEVOS CERTIFICADOS

Los nuevos certificados se dividen en tres niveles: nivel A, para poder empezar a interactuar con el entorno e iniciar el uso social de la lengua; nivel B, para poder interactuar con el entorno y comunicar lo que se quiere en una variedad de contextos, además de enfrentarse de manera flexible a los problemas de la vida diaria; y nivel C, para poder tener acceso a un amplio repertorio lingüístico que permita una comunicación fluida y espontánea con el entorno.

Cada nivel consta de dos etapas de certificación: A1, A2, B1, B2, C1 y C2. Hasta la fecha, el nivel A1 era inexistente como certificación pero con la entrada en vigor de esta orden se obtendrá con la asistencia a un proceso formativo previo que se realizará en universidades, centros de formación de adultos y ayuntamientos.

El A2 se corresponderá con el certificado denominado hasta ahora Conocimiento Oral; el B1 se corresponde con Grado Elemental (Grau Elemental); el B2 no existía; el C1 es el nivel conocido como Grado Medio (Grau Mitjà); y el C2 el Grado Superior (Grau Superior).

"Con la ampliación de certificados y la nueva nomenclatura nos adaptamos perfectamente al Marco Europeo Común de Referencia para las Lenguas y nos situamos en la expedición de certificados como se hace en cualquier otra lengua europea", ha destacado Rubén Trenzano.

Eso sí, los que tengan los antiguos títulos (Elemental, Mitjà y Superior) tendrán automáticamente un B1, C1 y C2 sin necesidad de realizar ningún trámite, ha aclarado.

CALENDARIO DE APLICACIÓN

En junio de 2017 se convocarán las nuevas pruebas de los certificados A2 y B1 aunque se mantendrán las de Grado Medio (Grau Mitjà) y las de Grado Superior (Grau Superior). En 2018 se realizarán ya las nuevas pruebas del resto de niveles: A2, B1, B2, C1 y C2 y se eliminarán las nomenclaturas anteriores. Además, se registrarán y se expedirán los certificados de nivel A1.

De este modo, tanto las editoriales, como el profesorado y aquellos que preparan las pruebas tendrán año y medio para poder adaptar el material didáctico a las nuevos certificados.

NUEVO ENFOQUE DE LAS PRUEBAS

En este sentido, Rubén Trenzano ha subrayado un nuevo enfoque en las pruebas para obtener la certificación que serán eminentemente "comunicativas, teniendo en cuenta los hablantes que se examinan como agentes sociales para incrementar el uso del valenciano. Están concebidas, además, para servir como punto de partida del aprendizaje y uso de la lengua y no como punto y final por simplemente conseguir un título" por lo que "contemplan una relación estrecha entre textos orales y escritos", ha explicado.

En este sentido, ha apuntado que las pruebas orales serán "en pareja" junto a otro aspirante al título y ante los examinadores. En el caso de los exámenes para el C2 habrá además un ejercicio nuevo para evaluar la 'mediación', la capacidad para resolver situaciones problemáticas con otras lenguas, ha señalado.

FORMACIÓN PARA EL PERSONAL EXAMINADOR

Uno de los grandes objetivos del nuevo modelo de JQCV se centra en la creación de un cuerpo altamente calificado de examinadores, por lo que para formar parte de él, el personal tendrá que reunir unos requisitos u otros, según el nivel que vaya a examinar, y asistir a cursos específicos que organizará la JQCV presenciales, semipresenciales y en línea. Estos cursos no le darán la acreditación para examinar "de por vida", ha puntualizado Trenzano, sino que tendrán que "actualizarse" cada cierto tiempo con nuevos cursos, a través de un "plan de formación continuo".

Los cursos servirán para conocer los planteamientos generales del Marco Europeo Común de Referencia para las Lenguas, para familiarizarse con el contenido y el formato de las pruebas, para conocer los protocolos de la Administración y también los criterios de corrección y evaluación.

JQCV, 32 AÑOS DE HISTORIA

Desde que se creó en el año 1985, la JQCV "no había evolucionado" en cuanto a normativa reguladora, ha apuntado el conseller Vicent Marzà. Las primeras pruebas se realizaron un año después con 3.700 aspirantes, en tres sedes examinadoras y para tres niveles: oral, elemental y superior. En 2016, la Conselleria registró 50.000 aspirantes, que se examinaron en 24 sedes para cuatro niveles, más tres pruebas de lenguaje específico.

Después 32 años, la nueva concepción de los certificados y pruebas de la JQCV tiene como objetivo adecuarse al Marco Europeo Común de Referencia para las Lenguas, la guía exhaustiva que creó el Consejo de Europa en el año 2001 para comparar los diferentes niveles de lenguas.

Según Marzà, "la sociedad valenciana había quedado al margen del Marco Europeo Común de Referencia para las Lenguas y no se había incorporado en lo concerniente a la formación y acreditación del valenciano. Ahora, en un año y medio, la JQCV ya está en disposición de emitir certificados que estén al nivel europeo y eso es muy importante".

A su entender, "la nueva certificación es un paso de gigante. Todo está enfocado a ayudar a la gente a hablar y escribir en valenciano, no como antes, que todo se centraba en saber reglas gramaticales y excepciones lingüísticas. Ahora tienen un enfoque claramente comunicativo, pasamos, por tanto, de un modelo que no garantiza el uso de la lengua a un modelo que incentiva a usar la lengua".

Asimismo, contará con una nueva imagen en amarillo, gris y blanco "circular" que busca transmitir que no todo acaba con la obtención de un título en la JQCV sino que es el "inicio donde comenzar un proceso continuo", ha apuntado por su parte Trenzano.

Después de cumplir con estos requisitos de modernización y adaptación en el marco europeo de referencia, la intención es formar parte de ALTE, la institución europea de acreditación de lenguas, de la que forman parte otros gobiernos autonómicos o instituciones como el Instituto Cervantes.

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