Càritas de Barcelona alerta del aumento de trabajadores pobres

  • Un 16% de las personas atendidas por la entidad en 2016 tenía un empleo pero no llegaba a fin de mes.
  • Las personas que acudieron a Càritas de Barcelona entre enero y mayo de 2017 fueron un 6% más que en el mismo periodo del año anterior.
  • Durante 2016, más de la mitad de los atendidos fueron extranjeros y 1.310, procedentes de países en conflicto.
Una persona pobre.
Una persona pobre.
EUROPA PRESS
Una persona pobre.

"La capacidad que tiene el trabajo de permitir salir de la pobreza está quedando laminada". Son palabras de Salvador Busquets, director de Càritas Diocesana de Barcelona, que este jueves ha alertado de un aumento de la precariedad laboral que afecta a las personas más vulnerables. La entidad ha presentado su memoria de 2016 y de los cinco primeros meses de este año, que muestra que un 16% de los atendidos el año pasado tenía un empleo pero no llegaba a fin de mes, porcentaje dos puntos superior al de 2015 (14%).

El informe refleja, asimismo, que entre enero y mayo de 2017 crecieron un 23% las personas a las que se prestó servicio que trabajaban en economía sumergida y hace referencia también a datos oficiales estatales que señalan que en 2016 los trabajadores pobres fueron un 14,1% (11,4% en 2007, antes de la crisis económica) y el 60% de los contratos fueron temporales.

"Los sueldos son bajos y las temporalidades, muy acentuadas. Se les está pidiendo a los jóvenes que construyan su vida sobre unas bases inestables", ha denunciado Busquets.

La memoria de Càritas también muestra que la entidad atendió a unas 16.000 personas entre enero y mayo de este año, lo que se traduce en un incremento del 6% respecto al mismo periodo de 2016, año en que el número de atendidos, sin embargo, se redujo. Estos fueron 22.435, un 6% menos que en 2015. Busquets ha atribuido el aumento de los cinco primeros meses de 2017 a que "la precariedad se ha consolidado" y personas que encontraron un empleo el año pasado se han dado cuenta de que no les sirve para salir de la pobreza.

Otra de las conclusiones que se desprenden del informe es que ha cambiado el perfil de los ciudadanos que acuden a Càritas de Barcelona. Entre enero y mayo del año pasado crecieron los procedentes de Honduras, Venezuela, El Salvador, Perú y Colombia y subieron un 43% los que no tenían autorización de residencia. Durante 2016, más de la mitad de las personas atendidas, el 55%, fueron extranjeras, y el 45%, españolas. Destacó el número de atendidos procedentes de países en conflicto, un total de 1.310.

La memoria alerta, asimismo, de la cronificación de la pobreza. El 66% de las personas que acudieron a Càritas en 2016 ya lo había hecho en años anteriores y el 31% llevaba más de cinco años haciéndolo.

En cuanto a vivienda, el informe refleja que el 45% de las personas atendidas el año pasado no tenía un hogar digno, pues vivía de realquiler (23%), en una entidad social (8%), acogidas (6%), en la calle (5%) o en un piso ocupado (3%). El 40% pagaba un alquiler y el 15% tenía un lugar donde vivir en propiedad.

Las familias con niños representaron el 47% de las atendidas -de estas el 31% eran de menores y madres solas-, mientras que las formadas por un solo individuo fueron el 38%; las integradas por una pareja sin hijos, el 6%; y las formadas por parientes que vivían juntos, un 9%.

Los servicios prestados por Càritas crecieron un 4,2% de 2015 a 2016, de 47.017 a 48.978, y un 11% durante los cinco primeros meses de este año en relación al mismo periodo del pasado. En cuanto a los fondos que se destinaron a ayudas económicas, se incrementaron un 7% en 2016 respecto a 2015, hasta los 2.571.919 euros. Por otro lado, 1.114 personas encontraron trabajo el año pasado gracias a la entidad, 4.681 recibieron formación y 550 niños, refuerzo escolar.

"Los datos macroeconómicos indican que la economía vuelve a funcionar pero superar la crisis económica no significa superar la crisis social", ha apuntado Busquets en la presentación de la memoria.

Ante esta situación, desde Càritas Diocesana de Barcelona han reclamado "que se siga el calendario acordado" y se implemente la Renta Garantizada de Ciudadanía a partir de septiembre de manera gradual, hasta llegar al 100% en 2020.

También han exigido ampliar el parque de vivienda social, que actualmente es el 2% del total, con 60.000 pisos, hasta los 230.000 pisos.

Han pedido, asimismo, un trabajo "decente", así como "protección" para las personas migradas y refugiadas.

"Necesitamos vivir más la solidaridad en esta sociedad", ha afirmado el arzobispo de Barcelona y presidente de Càritas Diocesana de Barcelona, Juan José Omella. En este sentido, la entidad ha recordado que el próximo domingo 18 de junio tendrá lugar una colecta a favor de Càritas en todas las parroquias de la diócesis.

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