La modelo Irina Shayk ha brillado en el desfile de Pronovias, que ha empezado con un vestido de encaje y flores incrustadas con toques brillantes, de manga larga y espalda al aire, al que ha seguido otro de crepe cortado al bies, liso y sin costuras delanteras, y que tenía unas aplicaciones que simulaban una joya dibujando el cuello.

Unas 1.900 personas de 105 países, representantes, clientes y amigos de la casa, han asistido al desfile de Barcelona, celebrado en una pasarela presidida por una instalación de 1.500 "dimples" colgados de una plataforma de 14 metros, obra del diseñador Beau McClellan, que simulaba un cielo, en consonancia con "Le Ciel", el lema de las tendencias de la colección Atelier Pronovias 2017.

En primera fila se ha sentado Alberto Palatchi y su familia y algunos famosos como Amaia Salamanca, Louise Roe, Chiara y Valentina Ferragni, Katherine Schwarzenegger (hija del actor Arnold Schwarzenegger), Malena Costa y Vanessa Huppenkothen.

Bajo los "leds" que cambiaban constantemente de color, se han visto medio centenar de vestidos que han resumido las líneas por las que apuesta Pronovias, que tienen como director creativo al diseñador Hervé Moreau.

Con el desfile de Pronovias se ha cerrado la pasarela de la Barcelona Bridal Fashion Week en la que 21 firmas han presentados sus colecciones de novia para el 2017, y en las que se ha visto que el color blanco sigue siendo el rey pero que muchas mujeres ya buscan otros colores, y hasta el negro, para casarse.