Achi, que ha comparecido como testigo en el juicio del 'caso Las Teresitas', ha señalado que aquel acuerdo fue "muy discutido" cuando por entonces, casi todos los acuerdos de la entidad salían aprobados por unanimidad, y ha incidido en que fue una operación "descarada".

Así, ha relatado que fue el vicepresidente de CajaCanarias y representante del PSOE en el Consejo, Nicolás Álvarez, quien fue a su oficina y le pidió que en el acta, quedara recogido su voto como abstención cuando inicialmente se había opuesto.

Según el relato que ha expuesto en la tercera sesión del juicio, Álvarez le dijo que si se oponía al crédito, iba a "tener problemas" y "consecuencias negativas" para sus empresas. "Me metió el miedo en el cuerpo, por eso cambié mi voto", ha explicado.

Achi ha comentado que se opuso al crédito de 5.500 millones de pesetas (33 millones de euros) a Inversiones Las Teresitas, vinculada a los acusados Ignacio González y Antonio Plasencia, porque la única garantía eran los propios terrenos tasados en 30 millones y a los empresarios no se les exigía aval.

Ha detallado que rechazó el crédito "enérgicamente" porque en aquella época, cuando se solicitaban "préstamos considerables" como ese, se pedían muchos datos y avales, y ahora se otorgaba a una sociedad "recién formada, de horas o días".

Según Achí, la sociedad se formó con 10 millones de pesetas para comprar unos terrenos que estaban a la espera de sentencia judicial, y como sabía que detrás de la operación estaban dos de los acusados -Ignacio González y Antonio Plasencia-, "empresarios de mucho peso", solicitó que ellos avalaran, pero el director general dijo que no hacía falta. "No lo he visto en la historia de CajaCanarias, nunca", ha apuntado.

Además, ha comentado que "no era normal" que un crédito como este se debatiera en 'ruegos y preguntas' en el Consejo de Administración, y ha explicado que Ignacio González, incluso, "se votó a sí mismo".

Achi ha reconocido que después de esta operación, ha tenido pleitos abiertos con Antonio Plasencia, uno de los acusados, e insistió en que nunca pensó en impugnar el acuerdo del Consejo. "No es mi papel ni mi trabajo impugnar acuerdos CajaCanarias, no se me ha pasado por la cabeza", ha señalado.

Para el empresario de origen sirio, no era conveniente que se otorgara un crédito a una empresa en la que uno de sus dueños era empleado de Ignacio González y cobraba poco más de 1.000 euros. "Voté por eso y muchas cosas más, porque si están haciendo negocio, que menos que avalar personalmente", ha comentado.

No obstante, ha reconocido que el préstamo fue devuelto por la sociedad a la entidad y con intereses, si bien hubo dijo que hubo una multa del Banco de España.