La Fiscalía de Montpellier señaló este viernes que no hay ningún elemento que permita vincular con el terrorismo yihadista el asesinato anoche de una empleada de una residencia de ancianos religiosos cerca de esta ciudad del sur de Francia, y que se privilegia la pista de un crimen "local".

"No hay ningún elemento que permita vincular este hecho al terrorismo islamista", señaló en conferencia de prensa el fiscal, Christophe Barret, que reveló que se ha identificado a un sospechoso, del no quiso dar detalles, que "hay que detenerlo" y que puede ser "peligroso".

Barret señaló que los investigadores se orientan "a una pista local, de alguien que estuviera en el entorno de esta residencia de ancianos" de Montferrier sur Lez, "Les Chênes Verts", aunque al mismo tiempo indicó que "las motivaciones del autor del crimen siguen siendo desconocidas".

En un vehículo aparcado en la proximidades del centro se encontró un arma falsa dentro de una bolsa. Ese hallazgo es el que condujo a la identificación del sospechoso.

El hecho de que la propietaria de la residencia sea la Sociedad de Misioneros Africanos y de que estén alojados unos 60 religiosos de edad avanzada hizo pensar que se pudiera tratar de una acción terrorista.

Fue una de las empleadas, que había sido maniatada, la que dio la alerta con una llamada hacia las 22.30 hora local (21.30 GMT) a la Gendarmería en la que contó que había sido agredida por un hombre.

Los agentes que se trasladaron a la residencia encontraron a otra de las trabajadoras muerta por arma blanca, pero ninguno de los residentes estaba herido, ni había sido atacado por el agresor, que iba encapuchado.

En la búsqueda del asesino participan más de cien gendarmes y policías, entre ello, miembros de los equipos de elite de estos cuerpos de seguridad (como del Raid y del GIGN), y un helicóptero.