En ese dispositivo municipal, son más de 220 los operarios que están trabajando esta semana en esas labores de recogida, siguiendo una planificación definida por distritos y dentro de estos, por calles, coordinada a la vez con el Cecop y comunicada, asimismo, a las asociaciones empresariales para facilitar su actividad.

Según explica el Ayuntamiento en un comunicado, las condiciones meteorológicas del año pasado propiciaron que esta cosecha se presente con un incremento sustancial en el número de kilogramos de naranja. De hecho, la previsión que se maneja en Parques y Jardines es que tal cantidad "casi se duplique con respecto a los 4,15 millones de kilos recogidos en 2016", ha detallado el director general del ramo, Adolfo Fernández.

Ante ello, las tareas de recolección se iniciaron "antes que en la campaña pasada, y justo en los primeros días de enero para algunos distritos", pero el fuerte viento del fin de semana precipitó la caída del fruto al suelo.

Así, un total de 130 son los operarios que expresamente se destinan a la recolección de las naranjas por parte de las distintas empresas adjudicatarias de los contratos actualmente en vigor para la conservación y el mantenimiento de la arboleda en la capital sevillana, sin contar con el personal propio del área ni con los empleados públicos destinados a los parques y jardines, donde también hay naranjos. Y se está actuando a la vez en todos los distritos y dentro de estos, en primer lugar las arterias principales y con mayor tránsito, y seguidamente los viarios secundarios.

A esa cifra de operarios hay que añadir los trabajadores de Lipasam, que recogen la naranja ya caída en el suelo, con labores de barrido mecánico y manual. Se dedican a estos trabajos alrededor de 90 personas, de ellas 19 de plantilla propia y el resto, procedente de planes de empleo.