A veces la vida da golpes difíciles de digerir.
Eso es lo que le ha ocurrido a Jessica, una chica de Indiana (EE UU), que, el que se supone que es uno de los días más bonitos de tu vida, ella ha tenido que vivirlo como uno de los más horribles. Tristemente, lo recordará toda su vida y no precisamente por ser una fecha feliz.
El pasado 29 de septiembre la pareja tenía pensado casarse. Pero casi un año antes, en noviembre, de esa fecha todo se torció, ya que el novio murió al ser embestido por un conductor ebrio tras acudir al lugar de un accidente vial.
Pese al dolor, casi un año después y respetando la fecha fijada de la unión, ella decidió posar junto a la lápida de Kendall Murphy, su amado fallecido, para realizar una sesión fotográfica por una doble iniciativa, aliviar su pena y que la madre del difunto honrara a su hijo.
Las imágenes retrataron los momentos en que la chica, vestida de novia, se preparó, se peinó y se maquilló para el que se supone era su gran día. Además, se ve rodeada de familiares para 'celebrar' juntos las nupcias.
Ya en el lugar donde está enterrado su amado, la joven llevó varias pertenencias del fallecido, como su uniforme de bombero, su casco y sus botas.
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