Según informa la Diputación en un comunicado, se da la circunstancia de que la vigésimo sexta edición de esta feria, un evento que se remonta a la década de los años setenta y que está plenamente consolidado en el municipio, tiene una celebración atípica, en dos etapas, una anterior en febrero y ésta, el domingo 27 de noviembre, mes en el que, a partir de 2017, pasará a celebrarse el certamen de forma habitual.

"Esta feria se ha probado como un gran acierto, porque la promoción institucional de los productos emblemáticos de un municipio potencia todo el tejido productivo y asociativo de la zona, especialmente el hostelero, y favorece el mantenimiento de los negocios tradicionales, a la par que generan empleo", ha opinado Villalobos, durante su conversación con el alcalde y los otros interlocutores.

El presidente provincial ha agradecido el papel de "grandes embajadores" que desarrollan tanto Bodegas Salado como Aceitunas Escamilla en conseguir que productos "tan íntimamente identificados con la tradición gastronómica sevillana se adapten a las exigencias del negocio y se conviertan en atractivos para un consumidor selecto, como es el del siglo XXI".

La Diputación difunde y potencia los atractivos gastronómicos de la provincia y las iniciativas que los ayuntamientos están realizando en este sentido, con actividades como la Ruta de los Vinos y Licores de la Provincia o a través de la Muestra de la Provincia.