El delegado Joaquín Castillo ha indicado que se trata de una "decidida apuesta por la cultura y por la potenciación del talento de la ciudadanía" y ha señalado que es "una propuesta para impulsar las incomparables calles, plazas y parques como escenario de inquietudes artísticas".

El consistorio ha explicado en un comunicado que podrán optar al premio de esta edición cualquier artista mayor de 18 años que presente obras en relación al eje temático propuesto bajo cualquier técnica de representación.

El jurado estará compuesto por un crítico de arte, un representante de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) y otro de la Universidad de Sevilla (US), un representante del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS) y el delegado del Distrito Sur, Joaquín Luis Castrillo.

Las obras originales deberán ser entregadas en el Registro General Auxiliar de la sede del Distrito Sur, en la calle Jorge Guillén, hasta el 19 de octubre de 2018. El primer premio de este certamen tendrá una asignación de 2.500 euros, mientras que el segundo alcanza los 600 euros.

Las obras se presentarán en perfecto estado de conservación, totalmente secas, deberán tener obligatoriamente unas medidas máximas de 130 por 97 centímetros y mínimas de 73 por 60 centímetros, siendo eliminadas las que no se ajusten a las referidas medidas, sin incluir el marco en el que, en su caso, se presenten.

De las obras presentadas, el Jurado preseleccionará un máximo de 20 finalistas que serán expuestas durante un plazo aproximado y como mínimo de una semana, en dependencias municipales o en salones de fundaciones culturales ubicadas en Sevilla.

ALFONSO GROSSO SÁNCHEZ

Alfonso Grosso Sánchez, pintor que da nombre a este premio, nació en Sevilla el 1 de septiembre de 1893 y murió el 12 de diciembre de 1983. Fue un importante pintor español, formado en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla y discípulo de José García Ramos y Gonzalo Bilbao, que centró siempre su actividad en temas costumbristas, religiosos y retratos.

El Ayuntamiento ha señalado que abundan en su obra personajes populares andaluces, como bailaoras, toreros, gitanos y cantaoras. Otro de sus temas preferidos fue el interior de edificios religiosos, sobre todo conventos de clausura.

A partir de 1920 fue cuando penetró en el campo del retrato. De esa fecha es el que realizó a su madre. También fue nombrado profesor de la Escuela de Bellas Artes de Sevilla en 1940, donde obtuvo la Cátedra de Colorido y Composición.

Por último, fue también director del Museo de Bellas Artes de Sevilla y académico de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría. Su obra se calcula en unos 2000 lienzos y, además, realizó diferentes exposiciones tanto en España como en Buenos Aires y Nueva York.