Según ha explicado la Guardia Civil en una nota, los guardias civiles inspeccionaron un establecimiento dedicado a la compra-venta de oro tras recibir información, participada por la Policía Nacional, de que en dicho establecimiento estaban expuestas para su venta armas de airsoft y carabinas de aire comprimido.

Así, en la inspección hallaron, tanto en las estanterías expuestas al público como en la parte destinada al almacén, dos pistolas, tres fusiles, un subfusil y cuatro cargadores, todos ellos de airsoft, además de una carabina de aire comprimido, dos ballestas y dos grilletes, procediendo a la intervención de todas las armas.

Por su parte, el local no poseía autorización para la venta de las armas intervenidas, las cuales carecían de cualquier documentación que las amparase, y tampoco cumplía con los requisitos que determina el Reglamento de Armas.