El gobierno de México llama a la calma en plena convulsión por el efecto Trump

Portadas de diversos diarios amarillistas en México reflejan la victoria de Trump, un día después, el 9 de noviembre de 2016.
Portadas de diversos diarios amarillistas en México reflejan la victoria de Trump, un día después, el 9 de noviembre de 2016.
EFE
Portadas de diversos diarios amarillistas en México reflejan la victoria de Trump, un día después, el 9 de noviembre de 2016.

Con la bolsa mexicana cayendo un contundente 2,23 % y el peso rozando la barrera de las 20 unidades por dólar, el Gobierno blandió este miércoles la espada de la serenidad ante el efecto Trump y tendió de nuevo la mano al republicano para empujar la relación bilateral.

En un mensaje a los medios de comunicación, el presidente de México, Enrique Peña Nieto (conocido en el país de EPN), explicó que llamó al mandatario electo de Estados Unidos, Donald Trump, y coincidieron en trabajar en la "confianza" mutua y un "futuro compartido", en el que calificó como un "nuevo capítulo" en la relación bilateral.

Dijo que buscarían que los equipos de ambos se reunieran durante el periodo de transición para delinear "con claridad" una nueva agenda de trabajo entre la nación latinoamericana y su vecino del norte, "un amigo y aliado".

"El diálogo para crear acuerdos sigue siendo el mejor camino para México", aseguró Peña Nieto, que apeló a la "unidad" de los mexicanos para hacer frente a los retos.

"Confío que México y Estados Unidos seguirán estrechando sus lazos de cooperación y respeto mutuo", apeló horas antes por Twitter, dando muestras de una buena voluntad indispensable ante su principal socio comercial y destinatario del 80 % de las exportaciones de la nación latinoamericana.

Desde la Secretaría de Hacienda y el Banco de México, el mensaje fue similar, se aseguró que el país tiene una "posición de fortaleza" gracias una estabilidad macroeconómica, una política fiscal y monetaria prudente y un sistema financiero "bien capitalizado".

El titular de Hacienda, José Antonio Meade, pidió actuar con calma y esperar a que se "despejen diferentes incógnitas".

Tampoco se aventuró a bajar las perspectivas de crecimiento económico -tal y como advirtió la agencia calificadora de riesgos Fitch-, y confió en que las reformas estructurales y el programa económico permitirán "anclar" el producto interno bruto (PIB), que el Gobierno mexicano estima entre un 2 y 2,6 % para este año.

"México no pagará el muro"

No obstante, estos mensajes parecieron ir en contra de las evidentes caras de preocupación -y cansancio tras una larguísima noche- de Meade y el gobernador del banco central, Agustín Carstens, quien hace poco más de un mes dijo que la victoria de Trump supondría un huracán "intenso" para México.

Algo más dura se mostró la canciller Claudia Ruiz Massieu, quien reiteró que México no pagará por el muro que Trump quiere edificar a lo largo de los casi 3.200 kilómetros de frontera común, y prometió proteger a los mexicanos residentes en Estados Unidos.

Los políticos de la oposición mexicana llamaron al Gobierno a asumir una posición "digna" ante Estados Unidos y, en general, consideraron que tras el holgado triunfo de Trump frente a Clinton hay que seguir trabajando para construir una relación beneficiosa para ambas naciones.

Incluso el expresidente Vicente Fox (2000-2006) deseó que la victoria de Trump permita a México abrir "caminos de desarrollo" y felicitó al exsecretario de Hacienda Luis Videgaray por "acertar" en invitar al magnate al país, una decisión que le costó el cargo ante el vendaval de críticas que cosechó.

Pero ante los mensajes de serenidad, unidad, soberanía y voluntad de tender puentes entre ambas naciones -cuyo comercio asciende a 500.000 millones de dólares anuales empujado por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en vigor desde 1994- la última palabra, como siempre, la tienen los mercados.

Cae el peso

En el interbancario el peso cerró la jornada rozando en 19,99 unidades por dólar, un desplome del 8,52 % frente al martes, antes de conocerse el triunfo del republicano. El martes en la noche, cuando Trump se colocó a la cabeza de la contienda, el tipo de cambio marcó un máximo histórico de 20,70 pesos por dólar.

La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) caía un 2,23 % al término de sesión, perdiendo más de 1.000 puntos, más del doble de los que ganó ayer cuando las encuestas vaticinaban un nuevo gobierno demócrata.

Mientras, en la calle los mexicanos consultados nadaban entre la consternación, el enfado e incluso cierto desconocimiento de las causas y consecuencias que pueden acarrear la victoria de Trump.

Por su parte, la prensa -perdedora simbólica en estos comicios por desestimar el poder electoral de Trump y no atinar en sus predicciones- escogió titulares nada tranquilizadores. "¡A temblar!", tituló el periódico Reforma, en tanto que otros medios hablaban de "Sacudida global" o de "Incertidumbre mundial".

Temor en la frontera

La región fronteriza de Estados Unidos con México vive también con la incertidumbre de las consecuencias que pueda tener la elección como presidente del republicano Trump y si finalmente cumplirá sus promesas electorales de construir un muro o la deportación masiva de indocumentados.

Precisamente hoy, en el día en que se cumplen 27 años de la caída del Muro de Berlín, Trump inicia su camino como futuro presidente y su promesa de separar los dos países sigue generando preocupación y controversia.

Christian Ramírez, director de la Coalición de Comunidades Fronterizas, que agrupa organizaciones desde California hasta Texas, exhortó hoy a la futura administración Trump a dejar a un lado la retórica y "gobernar de manera sensata" un país que este martes se mostró polarizado.

El activista calificó de "descabellado" y "fuera de la realidad" el pensar que podría concretarse la amenaza de construir un muro "innecesario" en la frontera.

"Es completamente insensato pensar que en un mundo globalizado donde el intercambio comercial es parte ya de la vida del siglo XXI se vayan a construir muros y mucho menos que un país vecino tenga la obligación de construirlo", dijo.

Coincidió con él, Felipe García, vicepresidente ejecutivo de la Oficina de Turismo de Tucson (Arizona), que explicó que en este estado fronterizo se vive un ambiente de temor y especulación por lo que pueda deparar el futuro.

Preocupa la retórica antiinmigrante

"Me comentan algunos empresarios sobre lo que pasará con el dólar, los trámites migratorios, las visas de turistas, existe una incertidumbre muy grande acerca de lo que va a suceder. Demasiadas empresas en Sonora (México) tienen mucha relación con Arizona y tienen miedo de perder trabajos", comentó a Efe.

La caída del valor del peso mexicano, que ha rozado los 21 dólares al cambio, preocupa en el lado estadounidense de la frontera, pues los turistas que cruzan a Arizona dejan una derrama económica de 2.300 millones de dólares al año.

"El mexicano que entra Arizona ayuda a pagar servicios que todos necesitamos en Estados Unidos, muchos políticos no se dan cuenta del impacto económico que hay en las fronteras", expresó.

Ramírez aseguró que en caso de que el magnate pretenda seguir adelante con esta propuesta habría una movilización para frenar este tipo de iniciativas por todas las vías legales.

Aunque en teoría el republicano tendría el camino más sencillo debido a la mayoría partidista en el Congreso y Senado, activistas coinciden en que sería el presupuesto el que le impediría construir el muro, pues ven muy difícil que México ceda y realmente cubra con ese gasto.

La retórica antiinmigrante representó elinicio de la plataforma electoral de Trump, que, viendo su calado entre el electorado blanco, la mantuvo hasta el final de una campaña, con resultados positivos.

Pedro Ríos, director del Comité de Amigos Americanos en San Diego atribuyó el agresivo discurso de Trump a un desconocimiento generalizado de las relaciones bilaterales entre México y EE.UU. y de las contribuciones hechas por las comunidades migrantes.

"Tristemente mucha gente desconoce lo que viene siendo la relación entre ambos países y se dejan ser manipulados por un hombre que ha estado en el negocio de la televisión por muchos años y sabe cómo manipular a las audiencias y hemos visto ya los resultados", dijo.

Paola Posada, quien reside en Mexicali (México), frontera con California, mencionó que con este resultado electoral muchos de los residentes de la frontera sienten miedo.

En otro estado fronterizo, la retórica incendiaria de Trump recibió respuesta en unas pintadas en la Universidad de Nuevo México en las que se podía leer, en alemán, "Sieg hail Trump", junto con el dibujo de esvásticas.

Junto al tradicional saludo nazi, heces fecales aparecieron en paredes de varios edificios del centro educativo de Nuevo México, con un gran número de estudiantes de origen latino.

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