Comienzan coqueteando con ellas y terminan enganchados. Drogas y el alcohol son un binomio que forma parte de la vida de muchos de los que trabajan en el mundo del espectáculo. Lo tienen al alcance de su mano, pero algunos son incapaces de decir que no.

Hace unos días supimos que Heather Locklear, más conocida por su papel de la malvada Amanda Woodward en la serie Melrose Place, se encuentra ingresada por sus adicciones y que la cosa va para largo.

Belén Esteban reconoció en su libro Ambiciones, que durante una etapa de su vida estuvo enganchada. "En este mundo hay mucha droga y te la ofrecen por todos lados", escribía la colaboradora de Telecinco. Tiene claro que no "piensa volver a recaer" en ese agujero y admite que "tiene miedo a salir porque la droga está por todos lados".

"Es como si tuviera una escopeta en la boca y tengo el dedo en el gatillo. Me gusta el sabor del arma de fuego". Son las palabras que usó Robert Downey Jr. ante un tribunal de justicia para explicar lo que sentía cuando consumía drogas. Downey Jr. estuvo enganchado entre 1996 y 2001, fue arrestado al menos una docena de veces e incluso cumplió medio año de cárcel.

El actor consiguió salir de las drogas, pero no todos lo logran. El mundo de la música se sobrecogió cuando se conoció la noticia de la muerte de Amy Winehouse, una de las voces más impresionantes. La cantante de Rehab falleció con 27 años por culpa de su relación con las drogas y el alcohol.

Incluso si eres Whitney Houston, una de las mejores cantantes y con mayor número de discos vendidos, eso no te hace inmune a las depresiones. Su dependencia a la cocaína fue probablemente la causa principal de la insuficiencia cardíaca que sufrió. La encontraron muerta en la bañera de su casa de Beverly Hills, un día antes de la gala de los Grammy.

Su hija, Bobbi Kristina Brown, murió también en el baño y siendo muy joven. La tragedia y la fama fueron sus grandes compañeras desde que nació.

El guapo Warrick Brown de CSI Las Vegas, interpretado por Gary Dourdan, entró en un periodo oscuro en 2008. La policía le detuvo muchas veces con drogas. Lo probó todo: cocaína, éxtasis, heroína, oxycontin… y siempre volvía a por más. En 2012 se declaró en bancarrota.

Solo hay que mirar la increíble transformación física de Macaulay Culkin, aquel dulce niño que sobrevivió solo en casa pero que cuando se convirtió en adulto truncó su vida. A la deriva. Esa es la mejor palabra para describir a Culkin que, además de actor, tuvo una carrera musical fallida. Durante una actuación llegaron a lanzarle cerveza.

¿Quién podía imaginar que durante la etapa del programa Aquí hay tomate Jorge Javier Vázquez entró en contacto con el alcohol y las drogas? Su vida empezó a tambalearse cuando sintió que el público le "consideraba lo peor", según cuenta en su libro Ultimo verano de juventud.

"Mi vida se ha vuelto completamente inmanejable porque soy adicta al alcohol y las drogas", confesaba Lindsay Lohan. Cuando la exniña Disney hizo públicos sus problemas, ya era algo vox populi. A eso, hay que sumarle que tuvo problemas de anorexia y una depresión. Se ha pasado años yendo y viniendo a centros de rehabilitación. Ha perdido decenas de contratos para películas y su vida iba de mal en peor. Ahora, parece encontrarse en un punto de inflexión.