A primera hora de la mañana los vendedores han empezado a montar sus puestos pero, según han confirmado a Europa Press agentes de la Policía Local personados en A Bouza, de los 73 autorizados, solo 45 han instalado su mercancía.

Varias dotaciones del 092 y de la Policía Nacional han permanecido algunas horas en la zona en previsión de que pudieran registrarse incidentes, y tras el anuncio de un grupo de ambulantes de celebrar una concentración para denunciar las tasas impuestas y la falta de permiso para algunos vendedores.

Dicha concentración, en la que solo participaron una decena de personas, se realizó sobre las 8,00 horas de la mañana, sin que se produjesen altercados, y el mercadillo comenzó a funcionar con total normalidad.

Además de la presencia de los agentes de Policía, que fue disminuyendo a lo largo de la mañana, media docena de auxiliares de seguridad de una empresa privada contratada por el Ayuntamiento permanecen en la zona vigilando el normal desarrollo de la feria y comprobando las licencias de los puestos.

Se da la circunstancia de que la mayoría de ambulantes que se han establecido en Coia son payos o subsaharianos, mientras que solo algunos vendedores de etnia gitana se han decidido a colocar sus puestos. De hecho, algunos se acercaron al mercadillo pero optaron por irse, según señalaron, "por miedo" a posibles represalias.