Según ha explicado la Guardia Civil en una nota, en un control en la carretera A-381 procedieron a identificar al ocupante de un turismo de color negro, tratándose de una persona con numerosos episodios relacionados con la pesca ilegal.

Al inspeccionar el interior del maletero del turismo, los guardias civiles encontraron tres espuertas de considerable tamaño en las que se contenían más de 40 kilogramos de ortiguillas de mar (anemona sulcata), una especie que tras mucho tiempo de captura indiscriminada y sin control alguno ha terminado por ser "muy rara" en el litoral gaditano, y para cuya captura se necesita de una autorización de la Junta de Andalucía.

Por todo ello, y al carecer el conductor de esta autorización, los agentes procedieron a su denuncia y al decomiso de las especies, las cuales las transportaba vivas.

La Guardia Civil ha recordado que el objetivo de este decomiso persigue, por una parte, luchar contra el furtivismo, que genera un grave perjuicio al ecosistema natural del medio marino, y, por otro, evitar que llegue al consumo humano sin pasar los controles sanitarios establecidos, con el perjuicio que puede suponer su consumo por las personas que las adquieran fuera del comercio legal, sobre todo por la posible presencia de toxinas que pueden contener estas especies.