Los juegos de construcción como escuelas de Arquitectura

  • El Círculo de Bellas Artes de Madrid muestra en la exposición 'Juguetes de construcción. Escuela de la arquitectura moderna' el influjo 'serio' de los juegos.
  • Basada en una de las colecciones privadas más completas de España, con 500 juegos reunidos a lo largo de los últimos veinte años por el artista Juan Bordes.
  • Existe una pulsión infantil por la construcción, por la imitación de edificios con materiales cotidianos y los juegos se extendieron desde el siglo XVIII.
Juego de construcción alemán Stabu, de la década de los años setenta del siglo XX
Juego de construcción alemán Stabu, de la década de los años setenta del siglo XX
© Juan Bordes
Juego de construcción alemán Stabu, de la década de los años setenta del siglo XX

Construir es un impulso natural. Niños de todas las épocas históricas y regiones geográficas echan mano de lo que tienen cerca para elaborar imitaciones en miniatura de viviendas, torres, murallas, edificios, puentes o cualquier otra forma, inmueble o fantástica, que la imaginación le dicte. Una exposición en Madrid explora como los juegos de construcción, extendidos y fabricados industrialmente desde el siglo XVIII, son pequeños centros de enseñanza informal de Arquitectura.

La muestra, titulada Juguetes de construcción. Escuela de la arquitectura moderna, en el Círculo de Bellas Artes desde el 18 de febrero al 15 de mayo, analiza, a través de planos, bocetos, apuntes y objetos, el influjo de los juegos de construcción en la historia de la arquitectura moderna. Está basada en teorías pedagógicas como las del educador suizo Heinrich Pestalozzi (1746-1827), quien anotó la "pulsión infantil" por la construcción y la "imitación de edificios con materiales cotidianos".

Matemáticas, geometría, dibujo...

Basada en la colección privada del artista Juan Bordes, que ha reunido medio millar de ejemplos durante los últimos veinte años, la exposición traza la historia de los juegos, cuyas extraordinarias posibilidades comerciales fueron advertidas por las empresas jugueteras a finales del siglo XVIII, cuando comenzaron a producir variantes en madera y cartón y posteriormente en piedra, metal y plástico que se utilizaban para enseñar matemáticas, geometría y dibujo o para visualizar operaciones abstractas.

Otro pedagogo, el alemán Friedrich Fröbel (1782–1852), introdujo los juegos en los programa docentes preescolares porque "ayudaban a explorar en profundidad el razonamiento espacial, el pensamiento analítico y el diseño creativo".

Modelan vocaciones

Bordes comenzó la colección con el criterio de reunir el mayor número de ejemplos que reproduzcan la diversidad de sistemas de la historia de los juguetes de construcción, objetos que, según opina, "han sido capaces de modelar vocaciones de grandes arquitectos o de construir espectadores sensibles y perceptivos a los problemas de la arquitectura, la ingeniería y el urbanismo".

De acuerdo con el propietario de los juguetes que se exponen —en su web incluye un ensayo sobre la afición al coleccionismo titulado Mis vocaciones infantiles—, los museos y centros de arte no han prestado el interés que merecen juegos con tanta extensión temporal y constancia como los Anchor blocks de piedra que se empezaron a producir en Alemania a finales del siglo XIX, o el popularísimo y duradero Meccano, creado en 1901 por el inventor inglés Frank Hornby (1863-1936).

Corbes insiste en la "necesidad de confiar en el futuro de estos juguetes y en su importancia" pese a la diversificación de los agentes educadores. Cita como afirmaciones certeras algunos de los eslóganes de los fabricantes: "Igual que el chico construye con el juguete, el juguete construye al chico" o "no es solo un juego (sino) un estudio sobre la ciencia de las estructuras".

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