En concreto, el jurado ha considerado que se trata de un homicidio con la atenuante muy cualificada de arrebato y obcecación ya que consideran que, si bien hubo ánimo de matar, no fue con alevosía y lo hizo con sus facultades mentales mermadas por la tensa situación que cada dos semanas vivía con su ex mujer cuando tenía que devolverle a su hija.

Con este veredicto, el Ministerio Fiscal ha tenido que trabajar en un grado su petición inicial de pena solicitando 10 años de prisión, privación de la patria potestad e inhabilitación absoluta.

El fiscal ha defendido que no ha rebajado la pena dos grados, como permite la aplicación de una atenuante muy cualificada, al tener en cuenta que fue un "homicidio doloso" que se produjo en la vía pública y ante tres personas, una de ella su propia hija menor de edad.

Respecto a la indemnización solicitada por el hijo biológico de la víctima, el fiscal ha pedido que se fije en 50.000 más interés legal correspondiente.

Por su parte, la acusación particular se ha adherido a la petición de pena planteada por el Ministerio Fiscal y alegando los mismos argumentos, además del hecho de que tras matar a la víctima el acusado siguiera amenazando con el palo a su ex mujer y a la madre de esta, por lo que solicita la prohibición de acercarse a ambas durante 15 años y una indemnización de 120.000 euros.

Por último, la defensa ha considerado que rebajar en un solo grado la pena inicial solicitada "desvirtuaría la atenuante que ha tenido en consideración el jurado".

Por este motivo, ha rebajado la petición de pena por homicidio con arrebato y obcecación a cinco años de prisión y, puesto que lleva dos años y medio en prisión preventiva, ha solicitado al tribunal su inmediata puesta en libertad hasta que haya sentencia firme.