Siempre nos dijeron que el león es el rey de la selva, pero tal afirmación incurre en dos graves inexactitudes. La primera es que no hay leones en la selva, son animales típicos de sabana, de bosques abiertos con muy pocos árboles y grandes praderas. La segunda es que el fiero león, de rey tiene muy poco. Tan solo le obedecen los suyos y no todos. Vive en manadas integradas por cinco o seis hembras emparentadas, sus crías y uno o dos machos fecundadores. A bruto manda el gran macho, pero quienes sacan adelante a todo el grupo y se ocupan de su nutrición son las leonas. Las hembras son las únicas que cazan, crían y educan a los cachorros. Los machos bostezan, se pelean, fornican y esperan la llegada de la comida.

En los insectos el rey de la vagancia masculina es el zángano de las abejas melíferas. Ni hace miel, ni cera, ni cosecha néctar o polen. Su única función objetiva es fecundar a la abeja reina. Tras el coito muere irremediablemente, pues al desacoplarse se le queda enganchado el aparato genital en el interior de su señora y al tratar de liberarse del fatídico abrazo el pobre se desgarra todo enterito.

Los machos humanos en general y los españoles en particular, mal que nos pese, tenemos mucho de leones y zánganos pero poco de leonas y reinas. Mis amigos investigadores de Atapuerca lo interpretan como un resto atávico de nuestra vida en las cavernas, cuando en las sociedades cazadoras-recolectoras el hombre salía a cazar y la mujer se encargaba de cocinar la presa además del resto de las responsabilidades domésticas. Un desigual reparto que se mantiene en las responsabilidades educativas; también las medioambientales.

Lo demuestra un estudio llevado a cabo por Ecovidrio, en colaboración con la asociación 'Club de Malasmadres'. Tres de cada cinco progenitores españoles ven prioritaria la educación medioambiental, solo por detrás del respeto a la diversidad y el desarrollo de estilos de vida saludables. Pero en estos hogares tan modélicos la voz cantante la tienen, de nuevo y una vez más, las madres. A los padres en estos temas, ni están ni se les espera.

Para sorpresa y vergüenza de los de mi sexo, la mujer también es la más implicada en el reciclaje. Según este estudio, ellas lo hacen en el 78% de los casos frente al 18% en que se ocupan sus parejas. Pero eso sí, las latas de cerveza y las cajas de pizza futbolera las ponemos nosotros.

La corresponsabilidad en los hogares españoles está muy lejos de ser una realidad. Así lo ratifica el estudio ‘Somos Equipo’ del Club de Malasmadres, donde el 48% de las mujeres declara ser la principal responsable de las tareas domésticas, frente a solo un 10% de ocasiones en que lo son sus parejas.

¿Educar en casa o en el colegio? El 92% de los encuestados con hijos considera importante promover los conocimientos sobre medioambiente, como se hace con el cálculo, la ortografía, idiomas y otras disciplinas. Sin embargo, el 23% de ellos desconoce lo que sus hijos hacen en el colegio al respecto y el 44% cree que los colegios no forman suficientemente en materia medioambiental y ve necesario dedicar más tiempo y recursos.

La mejor forma de enseñar a los niños hábitos sostenibles es la práctica diaria en el hogar seguido de la educación en los colegios. En esta encuesta de Ecovidrio, al preguntar por los principales hábitos medioambientalmente responsables que tratan de inculcar a sus hijos, el 76% señala el ahorro de agua, el 73% el reciclaje, y el 64% el respeto por los animales. El ahorro energético (41%) y el consumo responsable (29%) completan la relación.

A la vista de estos resultados, también queda claro que más de una cuarta parte de los españoles pasa por completo de la educación ambiental de sus hijos, sin duda porque también carecen de ella.

A algunos esta actitud irresponsable les sale sentimentalmente cara. Porque la motivación de los hijos por el aprendizaje y la educación ambiental se refleja en el estudio, donde el 80% de los hogares con hijos confirman que son los niños quienes enseñan y comparten con sus padres sus conocimientos sobre la importancia de ser responsable con el medio ambiente. Son ellos los que al final están educando a sus madres. Con los papás es más difícil. Más que reyes de la selva somos los reyes del escaqueo.