En virtud de este acuerdo, la Asociación podrá prestar una asistencia personalizada a estos desempleados partiendo de las herramientas y los protocolos establecidos previamente por el SEF como, por ejemplo, el programa de acompañamiento activo a la inserción o la planificación de itinerarios personalizados de acceso al empleo. Esto permitirá mejorar y unificar esa atención.

Para el director general del SEF, Alejandro Zamora, este convenio "va a complementar la atención que ya prestamos desde el SEF a los desempleados con trastorno de personalidad, y permitirá que una asociación especializada en este problema refuerce esa orientación específica y adaptada a sus circunstancias".

Las personas con trastorno de personalidad se enfrentan a diversas dificultades para encontrar un empleo, pero también para mantenerlo. La Asociación mitiga ese problema trabajando sus habilidades sociales, a través de diversos talleres que mejoran la calidad de sus relaciones con otras personas, también en el ámbito laboral.

La Asociación presta atención sociolaboral a estas personas a través del taller 'Escuela de vida II', en el que se trabaja la elaboración del curriculum vitae y la carta de presentación, se realizan búsquedas activas de empleo y se facilita el contacto del usuario con las empresas.

Además, en el taller se les refuerza a través del aprendizaje práctico en habilidades de comunicación y asertividad, inteligencia emocional y resolución de conflictos, así como habilidades sociolaborales para poder conseguir una estabilidad en el puesto de trabajo.

Igualmente, la Asociación ofrece otros servicios a las personas con trastorno de personalidad, como atención psicológica, derivación a la atención psiquiátrica, terapia familiar, apoyo social, asesoría jurídica, acompañamiento terapéutico, terapia grupal o mediación familiar, entre otros.

"La obtención de un trabajo para las personas con trastorno de personalidad contribuye decisivamente a su integración en la comunidad y posibilita que se desenvuelvan en ella con mayor autonomía, lo que termina redundando en su calidad de vida", concluyó Alejandro Zamora.