El actor Johnny Depp se encuentra actualmente en uno de los peores momentos de su vida, casi arruinado por su formas de vida extravagante y en pleno litigio contra sus exdirectores financieros, quienes han revelado, para defenderse, muchos de los gastos realizados por el intérprete.

Uno de los derroches más llamativos son los 3 millones de dólares que Depp se dejó en la construcción de un cañón para disparar las cenizas de uno de sus mejores amigos, el periodista Hunter S. Thompson (autor del libro Miedo y asco en Las Vegas y encarnado por el propio Depp en la adaptación cinematográfica de 1998), en medio de fuegos artificiales, sobre su casa de Aspen (Colorado).

Pero los gastos de Depp van aún más allá:

Depp pide a sus antiguos gestores "más de 25 millones de dólares en un pleito que demanda el incumplimiento del contrato y la negligencia profesional, además del fraude", mientras que estos han respondido con una demanda en la que le exigen que pague más de 560.000 dólares en primas y comisiones de tarjetas de crédito supuestamente no pagadas, además de una rectificación oficial en la que deje claro que ellos no incumplieron sus obligaciones.