Venir a Madrid en busca de un futuro laboral era una opción que se planteaban hasta ahora muchos trabajadores de otras provincias. Sin embargo, algo está cambiando y la región, a pesar de seguir siendo la mayor receptora de España de empleados, está perdiendo fuelle.

El año pasado consiguieron un contrato en la región 309.931 personas venidas de fuera, un 11,6% menos que en 2007 cuando vinieron 350.548 trabajadores, según los Datos Básicos de Movilidad del Servicio Público de Empleo Estatal.

Un descenso parecido se produjo con los madrileños que durante 2008 optaron por probar suerte en otras provincias: Un total de 182.297 trabajadores de la región fueron contratados fuera, un 11,9% menos que en 2007 cuando se fueron 206.967.

Para el profesor de Sociología de la Universidad Rey Juan Carlos, Roberto Barbeito, esta pérdida de peso de Madrid como destino laboral podría deberse al "mucho apego que se tiene en España a la vivienda en propiedad, que hace complicado pagar una hipoteca y un alquiler en otra ciudad".

"Dispuestos a moverse"

Pese a este descenso, las empresas de recursos humanos señalan que con la actual crisis, "estamos notando a mucha gente dispuesta a moverse de ciudad con tal de no perder su trabajo", explica Jesús Echevarría, director de selección de Adecco Profesional.

Los trabajadores que emigran son "perfiles altos: licenciados, profesionales con máster y con bastante experiencia", destaca Echevarría.

Por sectores, "ninguno se salva, excepto el sanitario, donde siempre hay déficit de profesionales", dice Adecco. La edad media de los que salen fuera a ganarse el jornal está "entre los 30 y 37 años".

A Madrid vienen de todas las regiones, sobre todo de Andalucía y los madrileños que se marchan lo hacen a Barcelona, Valencia y Bilbao".

Esta marcha forzosa del hogar es un cambio radical en el trabajador. "Supone una complicación seria para la unidad familiar, un contratiempo que puede acabar rompiendo matrimonios", alerta Barbeito.

Pero no todo es malo en la movilidad. "Los principales beneficios de la gente que se va de las grandes ciudades es el ahorro de tiempo en los desplazamientos desde su casa hasta el trabajo, que es algo que se valora mucho". También, continúa Barbeito, "el menor estrés que se sufre en provincias y una mayor tranquilidad así como un menor coste de la vida son factores a tener en cuenta".

La movilidad, bien considerada

En Adecco destacan que la capacidad de movilidad de los trabajadores está "muy bien considerada". "Los jefes lo valoran como un compromiso del empleado para con la compañía", señala Echevarría.

En Madrid, además, se da otra particularidad. Hay muchos trabajadores que se van en busca de un futuro al extranjero. "Los mayores, a por un mejor trabajo o a mantener un puesto alto, y los más jóvenes que se inician en el mercado laboral, para aprender un idioma nuevo", puntualiza Barbeito.

TESTIMONIO

Santiago Redondo

26 años, profesor de FP

"Las casas son más baratas"

Pese a que es ingeniero de Telecomunicaciones, Santiago tenía claro que lo suyo era la docencia. Es madrileño, pero para poder ejercer de profesor se ha tenido que ir hasta Cartagena: "En Madrid no salían plazas para dar clases de Formación Profesional en mi especialidad así que en julio del año pasado salieron unas oposiciones para Murcia y Castilla La Mancha".

Asegura que le costó tomar la decisión, pero "tenía claro que quería ser profesor". Santiago no se fue solo a Cartagena. Su novia, Verónica lo acompañó: "ella está opositando también".

Aunque están bien, ambos quieren regresar a Madrid. "Echamos en falta los amigos, en mi trabajo hay muy buen ambiente, pero mis compañeros son mayores y es difícil entablar nuevas relaciones sociales, así que los fines de semana solemos viajar".

Lo único bueno de estar allí es que "las casas son más baratas; porque a la hora de hacer la compra apenas se nota vivir en la capital o en otro lado".