El joven sufre esquizofrenia desde hace un año, pero hace dos meses que abandonó voluntariamente el tratamiento, según informaron fuentes policiales. Ya había protagonizado un incidente violento hace un año, justo antes de que le fuera diagnosticada la enfermedad, cuando hirió a un hombre en la calle, mientras disparaba indiscriminadamente con una escopeta de balines. La Policía achaca a la enfermedad su repentino ataque de furia que lo llevó a irrumpir en la habitación de sus hermanos, que dormían, para apuñalarlos. Se da la circunstancia de que el hermano fallecido, de 34 años, sufría invalidez laboral debido a un accidente. Fue el propio padre quien retuvo a su hijo hasta que llegó la Policía.