Según ha informado el Instituto Armado en una nota de prensa, los hechos se produjeron el 9 de octubre cuando una mujer denunció el robo de su teléfono móvil, valorado en 650 euros, y de dos toallas en la playa de Punta Umbría.

Tras gestiones con la operadora por parte de los agentes encargados de la investigación, pudieron averiguar que en el terminal sustraído se había insertado una tarjeta perteneciente a un tercero ajeno a la propietaria el día 7 de octubre de 2018.

De este modo, puestos en contacto con la persona que tenía actualmente el teléfono móvil, éste comunicó que tiempo atrás había visto cómo a un individuo, que tras comprobaciones resulto ser el hijo de la denunciante, se le caía del bolsillo del pantalón un terminal cuando circulaba en ciclomotor por una carretera cercana a la localidad de Calañas y que debido a la velocidad a la que conducía no pudo devolvérselo. Tras esto, esta persona hizo entrega del teléfono a los agentes en dependencias oficiales.

Así, con esta información se citó a la denunciante que terminó reconociendo que los hechos no sucedieron como los denunció y que lo hizo así con el fin cobrar el seguro que poseía el terminal, del cual finalmente tampoco cobró ninguna indemnización, siendo informada de los derechos que posee y haciéndole entrega del terminal, quedando en su poder a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Huelva, donde fueron entregadas las diligencias.