Las familias catalanas con hijos con dificultades y malas notas son las más insatisfechas con las escuelas

  • El 45% de las familias catalanas cuyo hijo o hija va mal en los estudios valoran muy negativamente la capacidad del centro escolar para motivarlos.
  • La Fundació Bofill atribuye a los recortes esta percepción negativa de la escuela por parte de los padres y madres con hijos con dificultades en los estudios.
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Europa Press - Archivo
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El 45% de las familias catalanas cuyo hijo o hija va mal en los estudios valoran muy negativamente la capacidad del centro escolar para motivarlos. Un 31% de estos padres consideran que la escuela no les dota de las competencias de creatividad y pensamiento crítico necesarias para superar las asignaturas y un 26% creeen que no les transmiten a sus hijos en absoluto hábitos de trabajo y de esfuerzo.

Esta pérdida de confianza de los progenitores en la capacidad del centro para que sus hijos puedan superar sus estudios la comparten con las familias que tienen alumnos en casa que suspenden en clase. Ellos también suspenden al centro en orientación y acompañamiento a sus pupilos, con un 4,5 sobre 10. También puntúan por debajo del aprobado (4,4) la forma de enseñar y con n 4,7 el nivel de exigencia y de resultados académicos. Sí que aprueban el clima de convivencia (5,7) y la relación entre docentes y familias (5,4). Por contra, las familias cuyos hijos van bien en la escuela valoran al centro con un 7 en casi todos los aspectos mencionados.

Los datos se desprenden del primer Edubaròmetre, una encuesta impulsada por la Fundació Bofill y que ha preguntado a 5.127 padres y madres de niños y adolescentes de 1  a 18 años sobre sus necesidadees, expectativas y visión sobre la educación de sus hijos. También han respondido docentes.

Desde la Fundació Bofill, su director, Ismael Palacín, atribuye a los recortes en educación esta percepción  negativa de la escuela por parte de los padres y madres con hijos con malos resultados académicos.

Y la entronca con la de los propios docentes, que en esta encuesta, pues solo poco menos de la mitad (un 48,6%) se sienten muy competentes en cuanto a contar con herramientas correctas para atender a la diversidad y detectar necesidades educativasindividuales entre su alumnado. Los propios maestros han reconocido durante las entrevistas que "los recortes han afectado a la atención a las necesidades educativas así como a la tutorización o el acompañamiento a estos alumnos", indica Palacín.

En la misma línea, la satisfacción con el centro educativo y su labor baja a medida que el niño crece. Lo constata la propia encuesta, que indica que todas las valoraciones son más bajas cuando la etapa educativa en la que se encuentra el menor es más alta, y pasa de una puntuación del 7,4 en la segunda etapa de la educación Infantil a un 5,8 en la ESO.

Casi un notable en convivencia en los centros educativos catalanes

A los responsables del estudio les ha sorprendido la nota relativamente elevada referente al clima de convivencia existente en la escuela, que en Secundaria ha obtenido un 6,8 de media sobre 10. La valoración más alta se la lleva la segunda etapa de Infantil con un 7,7 y Primaria se queda con un 7,3. Para Palacín, problemáticas tan graves como el acoso escolar "son significativos pero no representativos" del ambiente general de los centros. "Existen pocos casos pero estos son muy alarmantes. A veces las imágenes colectivas que se publican distorsionan las vivencias de las familias", asegura Palacín.

Al mismo tiempo, las familias se muestran menos optimistas con la evolución del sistema educativo que los maestros. Un 48% de padres y madres considera que el sistema catalán está igual que hace tres años y un 28,4% va más allá aún y cree que ha empeorado. Mientras tanto, el 33,5% de los docentes sí que creen que la escuela catalana ha mejorado, una visión que comparten con el 23,4% de las familias.  "Los profesores han equilibrado los recortes con sobreesfuerzo", remarca el director de la Fundació Bofill. En el caso de padres con hijos con malos resultados, casi la mitad (48,7%) cree que el sistema ha empeorado desde 2015.

A pesar del pesimismo, las familias son moderadamente optimistas respecto a que la escuela mejore de cara al año 2021: un 45,9% cree que lo hará y un 34,6% piensan que seguirá igual. La primera cifra, la que vaticina que el sistema seguirá igual de aquí a tres años, sube hasta el 40% en el caso de los padres con hijos con malas notas.

La educación en Cataluña, en términos generales, es valorada con un 6,2 sobre 10 tanto por padres y madres como por docentes. Las familias puntúan mejor la escuela en la que estudian sus hijos, con un 6,6, que el sistema. Los docentes le dan un punto porcentual más, un 6,7. Del mismo modo, un 66% de las familias piensan que la educación que reciben sus hijos es buena o muy buena pero baja hasta el 35,2% en los núcleos familiares con hijos con malos resultados.

La innovación se impone al esfuerzo y el conocimiento

Otro aspecto que ha sorprendido a los autores de este estudio es la preferencia de las familias encuestadas por la innovación, en la línea de las escuelas de nueva enseñanza. Querrían un nivel de innovación de 8 sobre 10 frente al 6,6 que perciben actualmente. Lo querrían un 56,5% de las familias. 

Tanto familias como docentes sitúan el nivel de innovación del centro por encima del 6 y desean un nivel alrededor del 8. Pero la percepción de innovación baja a medida que sube el nivel educativo del alumno. Los centros que imparten segunda etapa de Infantil son valorados con un 7,4 mientras que los que imparten ESO no llegan al 6 (5,9). La media es de un 6,6. 

Mientras que las familias que llevan a sus hijos a escuelas públicas se decantan por la motivación por aprender y la creatividad y el espíritu crítico como principal objetivo de la escuela (55,6%  y 36,2% respectivamente). Las que escolarizan a sus hijos en la concertada ponen más el acento a los hábitos de trabajo y esfuerzo y a una buena preparación académica, con un 37,4% y un 26,2% cada uno.

Los valores de convivencia son vistos de forma similar en la pública (33,7%) y la concertada y privada (34,9%).

Los padres ayudan poco a estudiar o planificar el estudio

Hasta el 93% de las familias hablan diariamente con sus hijos sobre cómo les ha ido en la escuela. Un 60% les motiva a leer y a hablar sobre diversos temas cada día y un 45% afirma ayudarles con los deberes. Pero a la hora de ayudarles a estudiar o a planificar cómo hacerlo, un 12,5% de los progenitores confiesan no hacerlo casi nunca.

Estos hábitos, además, se reducen a medida que el estudiante pasa cursos. Del 72% de padres que les motivan a leer cada día en Primaria se pasa al 46% en la ESO. En cuanto a ayudarles con los estudios, un 53% de los padres lo hace en Primaria bajando hasta el 42% en la etapa de la ESO.

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