Cuando la mala leche de un amigo te deja como una tortuga

¿Quién dijo que los humanos no podemos sentirnos como los animales? Como una tortuga sobre su caparazón, o una cucaracha boca arriba, a las que no les dan las patitas para darse la vuelta sobre sí mismas, es como se sintió este hombre en la cinta transportadora de maletas, gracias a la mala leche de un amigo suyo.