En el interior del edificio, fueron detenidos tanto el matrimonio como su hija, todos ellos españoles de 47, 54 y 27 años, respectivamente, así como la pareja de ésta, ciudadano marroquí de 28 años de edad.

El inmueble estaba fuertemente protegido con cámaras de video vigilancia, instaladas por el patriarca familiar para detectar si eran vigilado por la policía. Para ello, ocultaban las cámaras de pequeño tamaño en muñecos, elementos de decoración o en huecos del inmueble, según han informado fuentes policiales a Europa Press.

Policías del Grupo de Estupefacientes entraron en el edificio en la madrugada del viernes pasado tras derribar

varias puertas y registraron tres pisos, donde los investigados llevaban a cabo la venta de droga.

Entre los efectos intervenidos se encuentran 1283 gramos de hachís, 1280 gramos de marihuana, 2 básculas de precisión, 47 pastillas, así como 20295 euros en efectivo, un vehículo y otros útiles para la distribución de la droga. La operación concluyó

con el desmantelamiento del complejo sistema de video vigilancia.

Los detenidos, tras su imputación, fueron trasladados a dependencias policiales para el trámite de diligencias y para esclarecer todos los hechos investigados.

Los investigadores han encontrado indicios de la comisión de otros delitos que investigarán para acreditar la participación de cada uno de los detenidos en su comisión.

Atendidas las circunstancias personales, tres de los investigados detenidos fueron puestos en libertad, y sólo ha pasado a disposición de la autoridad judicial únicamente el patriarca del clan.