El número de personas afectadas por un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en la Comunidad de Madrid ha descendido notablemente en los ocho primeros meses de este año. Según datos oficiales del Ministerio de Empleo, entre enero y agosto 13.917 personas han sufrido un proceso de regulación de empleo, ya sea mediante un despido colectivo (7.450), un ERTE (4.207) o una reducción de jornada (2.260).

Esta cifra, sin embargo, supone un descenso de un 59,2% respecto al mismo periodo del año anterior, cuando el número de trabajadores que sufrieron un ERE fue de 34.079. Es la primera vez desde 2010 (cuando bajó hasta los 16.640 trabajadores), en que se produce una disminución, después del incremento experimentado en 2011 (entre enero y agosto de ese año sufrieron un ERE 27.119 personas, tras aumentar un 63% respecto al año anterior), en 2012 (30.849 en esos ocho meses, un 13,7% más) y en 2013 (34.079, un 10,5% más).

Estos datos confirman que la recuperación de la economía madrileña es un hecho y corroboran las tesis del reciente informe del servicio de estudios del banco BBVA, que vaticinaba un incremento para este año del PIB en la región de un 1,7% (frente al 1,3% nacional) y en 2015 un crecimiento del 2,5%, cinco décimas por encima del conjunto de España.

Los empresarios madrileños acogen la noticia "con optimismo", aunque advierten que este dato debe tener continuidad en el tiempo. "No cabe duda que estos indicativos son positivos, pero también es cierto que a peor no podíamos ir. Ya no se podía destruir más empleo. Si ha mejorado la situación es por la iniciativa popular porque el dinero de los bancos sigue sin llegar a las familias y a las pequeñas y medianas empresas", sostiene Luis Pacheco, presidente de la Confederación de Comercio Especializado de Madrid (COCEM).  "Podremos hablar de recuperación económica cuando haya una recuperación en el consumo", añade.

La visión sindical, por su parte, matiza el dato pese a que no niega que sea positivo. "Es evidente que los datos están ahí y son buenos. Pero habría que matizar algunos aspectos. Hay menos trabajadores afectados porque cada vez hay menos empresas. La reforma laboral se ha encargado de desmantelar el tejido empresarial de la región. Además, el peso de la extinción de empresas, es decir, de los negocios que desaparecen, es mayor ahora que el año pasado", explica Mari Cruz Elvira, secretaria de política de empleo de CC OO Madrid. "Estamos hablando de que no hay menos trabajadores afectados por ERE porque la economía vaya mejor. Simplemente es que cada vez se destruyen más empresas, lo que imposibilita la recuperación de ese puesto de trabajo en un futuro", insiste.

La abogada laboralista lidia Mora, por otra parte, considera lógica la información porque cada vez "hay menos trabajadores en el paro y, como consecuencia de ello, menos conflictividad laboral". En los últimos años, los trabajadores de la región han sufrido algunos de los procesos de regulación de empleo más sonados:

Adrián lleva casi 12 años trabajando en la cafetería del aeropuerto, pero ha sido en los últimos años cuando han empezado sus problemas. En 2012 estuvo siete meses inmerso en un ERTE y desde septiembre de 2013 le han reducido una hora su jornada laboral. "Esta situación es frustrante y genera mucha incertidumbre. Te sientes desamparado porque no quieres dejar de trabajar y te obligan", asegura este camarero de 32 años, que denuncia que en los siete meses de ERTE estuvo cinco sin ingresos por problemas burocráticos en el INEM: "El paro tardó cinco meses en pagarme. Tengo una hipoteca y algún familiar me tuvo que prestar dinero para poder pagar porque los bancos no esperan".

Adrián denuncia que tras reducirle la jornada su empresa, Áreas, contrató a 200 nuevos trabajadores: "Está claro que la empresa no tiene los problemas que decía cuando luego ha contratado a personal nuevo. Lo que quería era ahorrarse  dinero haciendo contratos temporales de cuatro horas". Ahora, su perspectiva laboral es incierta: "Tenemos la reducción de jornada hasta septiembre de 2015. En teoría, luego deberíamos volver a la jornada completa, pero no sé qué va a pasar".