El Albergue Municipal de Zaragoza va a mejorar sus instalaciones para la atención de personas sin hogar, gracias con una inversión de 3,3 millones de euros y un plazo de ejecución de 16 meses. El antiguo Cuartel de San Agustín se va a rehabilitar y pasará a integrarse en el complejo.

La consejera municipal de Derechos Sociales del Ayuntamiento, Luisa Broto, y el director del Servicio de Arquitectura, Ricardo Usón, han sido los encargados de presentar, este martes, los pormenores de esta remodelación que busca "mejorar la calidad de los servicios e integrar estas instalaciones en el barrio", según han explicado.

Para ello, se va a remodelar el antiguo cuartel de San Agustín, que se encuentra en el complejo, y se van a habilitar nuevas salas, como una recepción, que hasta ahora no existía y que permitirá atender a las personas que llegan hasta el albergue con mayor "calidad y dignidad", según ha explicado la consejera Luisa Broto.

Además, dentro las novedades que se van a incluir en la reforma se encuentra la inclusión, en las nuevas instalaciones del Cuartel, del Centro Municipal de Servicios Sociales de la Magdalena, que actualmente se sitúa en la Calle Heroísmo, así como la construcción de estancias polivalentes que podrán ser utilizadas para actos e iniciativas de asociaciones u otras entidades. Las obras van a mejorar también la accesibilidad y la eficiencia energética de las instalaciones.

ACTUALIZACIÓN Y ACCESIBILIDAD

Según ha expuesto la consejera municipal, este proyecto se debe a "un cambio necesario en la atención de las personas que ahora son llamadas 'sin hogar'".

"El objetivo es adaptar la atención que se presta a las realidades de la ciudad de Zaragoza que muta y cambia porque es una ciudad dinámica, la quinta de España, y las infraestructuras tienen que modificarse en consecuencia", ha comentado Luisa Broto.

"Dentro de este nuevo modelo de atención está el adecuar las estructuras tanto para los usuarios como para los trabajadores mejorando además la atención y la accesibilidad", ha resaltado la consejera municipal, quien además ha añadido que esperan que este nuevo alojamiento "sea más cercano a un hogar".

La característica fundamental de esta reforma pasa por dotar al Albergue de un edificio nuevo que permitirá mejorar los accesos y la recepción de las personas usuarias. En este edificio se instalarán dos espacios amplios para cubrir las necesidades de emergencias, como por ejemplo, la emergencia por frío que hasta ahora se atendía en barracones.

"Nuestro objetivo es que este nuevo centro no sea una ampliación en el sentido de mayor cantidad sino de mayor calidad, que se favorezca su inserción en el territorio y, de hecho, las entidades del barrio están ilusionadas con la reforma", ha resaltado Luisa Broto.

Además, para la también vicealcaldesa, esta reforma "servirá como prevención en situaciones de riesgo". "Por ejemplo, los pabellones para emergencias por frío que van a ser renovados porque impedían una atención con dignidad para todas las personas", ha dicho.

REMODELACIÓN PROGRESIVA

La obra en el actual edificio se irá haciendo de forma progresiva a lo largo de los años 2019 y 2020, con la finalidad de no tener que cerrar las instalaciones en ningún momento y que se pueda dar la atención adecuada. La reforma de cada sector tendrá un coste de unos 500.000 euros que se irá incluyendo en los presupuestos anuales.

RENOVACIÓN DE INFRAESTRUCTURAS OBSOLETAS

Según ha explicado el director del Servicio de Arquitectura del Ayuntamiento, Ricardo Usón, "este es un proyecto muy interesante porque les ha permitido trabajar conjuntamente con los Servicios Sociales para lograr el mejor aprovechamiento de los espacios disponibles para sus necesidades".

Además, conforme a lo expuesto por Usón, "esta es una reforma que no busca una ampliación, sino una renovación de infraestructuras obsoletas con la que se está buscando una mejora de la funcionalidad". A pesar de todo, el arquitecto ha señalado que la estructura se ha preparado para posibles ampliaciones que pudieran ser necesarias en un futuro.

Esta obra se encuentra ya aprobada y se espera que a finales de año pueda estar ya adjudicada. Así, los trabajos podrán dar comienzo a comienzos de 2019.

Luisa Broto ha argumentado que "con esta obra se materializa un proyecto de largo recorrido" porque "este albergue ha sido referente desde que se inauguró en 1989 y ha dado atención a la demanda de las personas transeúntes de la ciudad de Zaragoza".

"Creemos que, este proyecto, que transciende este mandato va a ser un legado importante para la zona y para las personas que se encuentran en exclusión social", ha concluido la consejera municipal. Asimismo, la mejora del Albergue va acompañada del primer Plan Integral de Atención a las Personas Sin hogar, que fue aprobado por el Consistorio zaragozano en el transcurso de una sesión plenaria, celebrada el pasado viernes.

EL NUEVO CENTRO DE SERVICIOS SOCIALES DE LA MAGDALENA

El antiguo cuartel de San Agustín, además de dependencias del Albergue, alojará también, en la primera planta del edificio, el Centro Municipal de Servicios Sociales de la Magdalena (CMSS), donde cada trabajador social y la directora tendrán un despacho individual de atención y un archivo con capacidad para 7.000 expedientes.

En la actualidad, este centro da servicio a personas que viven entre el río Ebro (calle Alfonso, Coso, Plaza San Miguel) y el río Huerva, está ubicado en la Calle Heroísmo y "adolece de accesibilidad y espacios", ha destacado la consejera municipal de Derechos Sociales.

Los principios generales de los espacios y el modelo de atención del nuevo centro son comodidad, acogimiento, accesibilidad e intimidad.

HISTORIA DEL CONVENTO DE SAN AGUSTÍN

El antiguo Convento de San Agustín es uno de los espacios con mayor carga histórica y cultural de la ciudad en el que se han encontrado restos íberos, romanos y musulmanes, además de haber sido lugar de asentamiento de la Orden de San Francisco y de San Agustín, a la que pertenecen los restos del siglo XVII que hoy se conservan.

Se trata de un conjunto edificado en el siglo XIV sobre el solar del antiguo convento franciscano, que fue ampliado y reformado primero en el siglo XVI (sacristía, biblioteca y nuevo claustro) y posteriormente en los siglos XVII y XVIII, afectando estas segundas reformas principalmente a la iglesia y la fachada del conjunto abierto a la plaza de San Agustín.

Durante los Sitios de Zaragoza (1808-1809) el recinto fue prácticamente destruido al formar parte de la línea defensiva de la ciudad. Este fue uno de los lugares por los que las tropas francesas penetraron en Zaragoza.

Tras la Desamortización de Mendizábal de 1836, el convento fue abandonado, momento en el que pasó a ser cuartel militar de intendencia, por lo que se construyeron nuevas dependencias de servicios. Los restos que se conservan del convento pertenecen al siglo XVII y se limitan a la fachada del edificio, parte de la fachada de la iglesia, la torre y la cripta.

En 1978 pasó a manos municipales encontrándose en mal estado de conservación por el abandono que sufría. A finales de la década de los ochenta, parte del antiguo Cuartel de San Agustín fue rehabilitado como Albergue Municipal, sin embargo, la iglesia y el resto del convento seguían en estado de abandono.

Posteriormente, el conjunto de la iglesia y el Convento de San Agustín se han habilitado como Centro de Historias de Zaragoza y Biblioteca Municipal.