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Rodeado de navajas, en un local totalmente reformado con un estilo retro más propio de algún establecimiento del centro de una gran ciudad, Fran recibe a sus clientes con su delantal y una sonrisa que ni siquiera la mascarilla puede disimular. Mientras corta pelo y barba de quienes ya son sus vecinos, saluda a través del cristal a los viandantes, en un gesto propio de la vida de pueblo. Pero para conseguir la paz que ahora transmite, este madrileño de 40 años tuvo que dejarlo todo y empezar de cero en un entorno que ya es su hogar y donde ha fundado su propio negocio: la Barbería La Buena Vibra.

Francisco Javier Fraile es barbero, de Leganés (Madrid), y actual residente de Peraleda de la Mata, una localidad cacereña a 170km de su ciudad natal que cuenta con menos de 1.400 habitantes. Todos los días se desplaza a su negocio en un trayecto de unos 10 minutos hasta Navalmoral de la Mata, el tercer municipio más poblado de la provincia extremeña. Algo impensable en su vida anterior, cuando su puesto se encontraba en la céntrica Plaza del 2 de mayo: “Tuve un par de accidentes en moto yendo a trabajar. Te metías en el cercanías y era a lo mejor casi una hora u hora y cuarto hasta llegar”, cuenta recordando con estrés que esa rutina y “el nivel de estrés que estábamos soportando mi mujer y yo” era “insoportable”. Hasta el punto de que al salir a la ciudad, lo “veía todo gris”.

Por entonces, comenzó a perder la ilusión por todo y, cansados de la situación, Lary, su mujer, le propuso una alternativa: “Me dijo que si cambiábamos de vida”. Tenían la posibilidad de volver a Peraleda de la Mata, el pueblo de la familia de él, “y dijimos que bueno, para adelante, vamos a cambiar de vida. Y así hicimos”, explica mientras se ríe.

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“A mi pueblo me une un cariño muy grande a mi tierra, la tierra de mis abuelos, mi bisabuelo, mi padre”

Su historia es la segunda protagonista de #yopueblo, una iniciativa de Endesa que recorre la España vacía para encontrarse con aquellos que han sabido apreciar el entorno rural con una energía especial: la de hacer ver que los pueblos son también tierra de oportunidades. Endesa, nacida en el ámbito rural de León en 1944, ha estado y va a seguir estando muy ligada a las comunidades locales, pilares de la historia de éxito de la compañía desde hace ocho décadas.

Fran recordaba Peraleda de la Mata con “un cariño muy grande a mi tierra, la tierra de mis abuelos, mi bisabuelo, mi padre”, pero tras hacer un pequeño estudio de mercado eligió Navalmoral de la Mata, una localidad más grande, para establecer su barbería, ya que al ser centro de comarca le abría más posibilidades. Sin embargo, este madrileño explica que, a pesar de ser la cuarta generación de barberos en su familia, no siempre se ha dedicado al oficio: “Estuve trabajando en otras cosas hasta que con la crisis económica que tuvimos en España me quedé en paro allá por 2009. Entonces veo la barbería como una salida”. Así que se juntó con dos amigos emprendedores y, según confiesa, comienza “desde cero”.

“Empiezo en una barbería como se viene haciendo toda la vida: llamando a la puerta y de aprendiz” en su barrio de Leganés, en Ícaro Barbería, donde se educaba en el oficio mientras barría, limpiaba y se ocupaba del resto de tareas propias de un salón. Unos comienzos “bastante duros”, detalla, porque se renovó cuando se acercaba a la treintena “a un mundo que no conoces realmente, que te viene de generaciones atrás, pero que no has vivido intensamente nunca”. Al principio, admite que no lo vio muy claro, “pero tenía mucha ilusión y ganas. Es algo que me fue enamorando y el saber que mi abuelo, mi bisabuelo y mi tía se habían dedicado a ello, como que te llena un poco de orgullo, es algo… no sé, es bonito”. Vuelve a sonreír y se sincera: “La barbería es mi manera de entender la vida”.

Tras unos años en los que consiguió estar reconocido dentro de los círculos de la profesión, llegó la hora de cambiar la vida en la capital por Peraleda de la Mata. “El salto de venir de Madrid a aquí es la calidad del aire, la calidad de vida, el tiempo, el intentar volver a conectar con uno mismo también a través de la tranquilidad, del campo, del trabajo sosegado… trabajar mucho, trabajar duro, pero trabajar con ilusión. Ese es el leit motiv, como un mantra, que me he ido repitiendo continuamente y es lo que me ha hecho estar aquí, lo que hace que continuemos mi familia y yo”.

“La naturaleza, el cielo es distinto. Eso es que no tiene precio, es increíble. Para mí son todo beneficios, yo animaría a la gente que se viniera a los pueblos”

Fran y Lary se mudaron con su hijo Álvaro, de 14 años, a Peraleda a finales de 2018. Él abrió las puertas de la Barbería La Buena Vibra en febrero del año siguiente, unas dos semanas antes de que se celebraran los carnavales, “una fiesta sagrada en Navalmoral”. Empezó de cero por segunda vez en su vida “con muchos miedos, pero con mucha alegría” y recuerda que a su familia les confesaba sus inseguridades al mudarse a un pueblo y dejar la ciudad: “Siempre les decía ‘caray, es que estoy muerto de miedo, no deja de ser un pueblo. Tenía una buena posición en Madrid, un buen salario, un buen trabajo, estaba reconocido y era como… no lo acabo de ver claro por momentos”.

Por suerte, sus padres, Paco y Maricarmen, y Lary, estaban ahí para animarle: “Mi mujer me decía ‘es cuestión de actitud, tú crees en lo que haces y lo haces bien”, rememora, “y parece una estupidez, pero a base de esa confianza cambié de actitud”. Dejó atrás las inseguridades de las dos primeras semanas, que “fueron muy duras porque no entraba absolutamente nadie”, y se centró en mejorar, hasta llegar al éxito que ha conseguido cosechar a día de hoy en Navalmoral de la Mata. Tanto es así que, hasta ella, arquitecta, ha decidido emprender y está en pleno proceso de crear Los dulces de kerana, un proyecto centrado en la repostería sana, con opciones veganas y sin gluten.

Fran mira por la ventana de su barbería y se emociona imaginando lo que pensaría su abuelo Paco si le viera emprendiendo y viviendo en el que fue su pueblo: “Estaría orgullosísimo. Yo con mi abuelo tenía una relación espectacular, pero espectacular, muy cercana, me encantaba venir a verle siempre que podía de Madrid y estar con el todo el tiempo que pudiera. Si él viera que yo he emprendido algo aquí en la zona, estará viéndome desde arriba y estará feliz”, cuenta mientras señala las navajas que le pertenecieron y ahora usa en su día a día. Al final, “es motivo de orgullo seguir un poco con ese legado”, comenta, “es algo que llevas dentro en los genes, que no sabes explicar, que de repente coges unas tijeras y sabes cortar el pelo”.

Él, como buen motero, aprecia el entorno paisajístico que rodea la zona cacereña. “La naturaleza, el cielo es distinto”, se fija en él todas las mañanas cuando sale a pasear antes de entrar al trabajo, tras fijarse en el huerto que tienen en casa, y ya no es gris, como lo veía en Madrid. “Eso es que no tiene precio, es increíble. Para mí son todo beneficios, yo animaría a la gente que se viniera a los pueblos”, declara quien ya ha probado el cambio y asegura que “no volvería a la ciudad. Mi mente ha cambiado, ha evolucionado a una vida más saludable” donde puede cuidarse por dentro y proteger el medio ambiente.

La historia del barbero Fran: de Malasaña, a un pueblo de 1.400 habitantes

Francisco Javier trabaja en la Barbería La Buena Vibra, un negocio que fundó en Navalmoral de la Mata (Cáceres) cuando decidió abandonar la ciudad de Madrid y mudarse a su pueblo, Peraleda de la Mata, de menos de 1.400 habitantes.

#yopueblo es una serie documental de Endesa que recorre los caminos de la España rural y sus comunidades, con las que la compañía ha estado comprometida desde 1944 y seguirá estando en el futuro. Nos encontraremos con iniciativas, protagonistas y gentes que apuestan por estos entornos con una energía especial.

BlueMedia Studio para EndesaIdea creativa: Fedra Valderrey | Diseño web: Pablo Calahorra Subías | Entrevistas y contenidos: María Toro | Audiovisual e imagen: Pablo Ballesteros