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En el camino que recorre la provincia de Cáceres, justo en el límite con Badajoz, la carretera da paso a los restos de un castillo erigidos sobre una montaña. Una visión imponente que sirve de vía de entrada a Cañamero, una localidad de poco más de 1.600 habitantes. Javier Galán (49 años) creció en este entorno apacible y rodeado de naturaleza hasta que alcanzó la mayoría de edad y se marchó a descubrir qué le esperaba lejos de su pueblo de toda la vida.

Emancipado de sus raíces, se instaló en Madrid y comenzó a desdoblarse: por las mañanas, trabajaba en un taller de cuadros eléctricos; por las noches, estudiaba el curso de FP de instalador eléctrico. Galán cree que por su sangre corre la de los antiguos conquistadores extremeños: “Siempre me movía la curiosidad esa de si podía salir fuera a trabajar”, confiesa. Unas ansias por descubrir nuevos horizontes que le llevaron a desempeñar su oficio por toda España (Barcelona, Zaragoza, Murcia, Canarias…) y cruzar el charco hasta llegar a África, donde ayudó en la construcción de un colegio en Malabo (Guinea Ecuatorial). “Toda mi vida he estado fuera”, resume.

En 2019, una oportunidad llamó a su puerta en forma de regreso a su tierra. En Logrosán, el municipio vecino de Cañamero y donde se crio su padre, Endesa iba a crear un parque fotovoltaico de Enel Green Power España. Extremadura es un lugar idóneo para erigir este tipo de instalaciones, gracias a sus 3.000 horas de sol al año, tal y como recoge el Instituto Nacional de Estadística (INE). Javier no se lo pensó y, 25 años después, volvió a su pueblo, ahora acompañado de su mujer y sus dos hijos de 4 y 6 años.

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“La planta le ha venido muy bien a Logrosán y a los pueblos de alrededor, porque ha dado la oportunidad a mucha gente de poder trabajar”

Endesa hizo posible su vuelta y su historia es la tercera protagonista de #yopueblo, una iniciativa de la compañía que recorre la España vacía para encontrarse con aquellos que han sabido apreciar el entorno rural con una energía especial: la de hacer ver que los pueblos son también tierra de oportunidades. Endesa, nacida en el ámbito rural de León en 1944, ha estado y va a seguir estando muy ligada a las comunidades locales, pilares de la historia de éxito de la compañía desde hace ocho décadas.

La planta fotovoltaica de Logrosán, que puede generar electricidad para 60.000 familias, es uno de los claros ejemplos de la apuesta de Endesa por el ámbito rural y el fomento de la sostenibilidad, dos factores que atrajeron a Javier. Desde su cargo como jefe de mantenimiento de Ingeteam, se encarga de supervisar el correcto funcionamiento del parque en todo momento.

Cree que “la planta le ha venido muy bien a Logrosán y a los pueblos que están alrededor, porque ha dado la oportunidad a mucha gente de poder trabajar y tener una formación para seguir ocupando puestos fuera”. De hecho, en los picos de construcción la planta de Endesa llegó a generar 650 empleos directos e indirectos que ocuparon los vecinos de las zonas cercanas al parque.

Además, la planta sirve de punto de encuentro entre la actividad primaria rural y la innovación de las energías renovables. Rodeando las placas fotovoltaicas nos encontramos con ovejas, vacas y aves que pueblan el terreno y lo desbrozan para que este no interfiera en el correcto funcionamiento de la central. Una situación de colaboración absoluta que fomenta la sostenibilidad del lugar.

El proyecto de Endesa ha sido, según Javier, una manera idónea “para seguir creciendo y que la gente no tenga que salir fuera de aquí para encontrar trabajo, como me pasó a mí”. Pero, después de tantos años recorriendo la Península, ¿por qué decidió regresar? “Me atraía volver a Cañamero a trabajar”, confiesa mientras explica que su familia vive en el pueblo desde que su bisabuelo, natural de Logrosán, se instaló en la tierra de su mujer. Desde entonces, todos han residido en este lugar.

“Estoy contento de estar aquí trabajando en mi pueblo después de tantos años que he estado fuera”

“Me gustaba el pueblo, la tranquilidad y el contacto con la familia, los amigos… Ya teníamos dos niños pequeños y yo estaba fuera, mientras mi mujer estaba sola con ellos”, cuenta quien ve en esta zona el sitio perfecto para que sus pequeños crezcan con una libertad que la gran ciudad no puede darles. “Echaba de menos el contacto con la gente, aquí es más cercano que en Madrid”, donde le estresaba “el agobio” generalizado y la enormidad de la capital, que le obligaba a desplazarse en transporte público. “En un pueblo eso no lo tienes”, argumenta, “vas andando a casi todos los sitios”. Javier se queda en silencio un momento y dice con satisfacción: “Estoy contento de estar aquí trabajando en mi pueblo después de tantos años que he estado fuera”.

Sentado en una caja de madera, en medio de un paraje natural envidiable, Javier comienza a enumerar los beneficios de vivir en un pueblo como Cañamero: “La tranquilidad, disfrutar de tu familia, disfrutar de los paisajes que tenemos” y la posibilidad de “salir con tus niños, venir al pantano, dar un paseo por el parque…” ahora que su trabajo está cerca de su hogar. Así es fácil entender que “no volvería” a las grandes urbes. “Nunca se sabe, pero de momento no vamos a movernos”, sentencia quien se marchó con la mayoría de edad y ahora ha reconectado con su tierra 25 años después.

De África a España, el viaje de 25 años que trajo de vuelta a Javier a su pueblo

Javier Galán dejó Cañamero (Cáceres) con 18 años para explorar el mundo. Ahora, 25 años después, vuelve a su tierra con su mujer y dos hijos gracias al parque fotovoltaico creado por Endesa en Logrosán, un municipio vecino.

#yopueblo es una serie documental de Endesa que recorre los caminos de la España rural y sus comunidades, con las que la compañía ha estado comprometida desde 1944 y seguirá estando en el futuro. Nos encontraremos con iniciativas, protagonistas y gentes que apuestan por estos entornos con una energía especial.

BlueMedia Studio para EndesaIdea creativa: Fedra Valderrey | Diseño web: Pablo Calahorra Subías | Entrevistas y contenidos: María Toro | Audiovisual e imagen: Pablo Ballesteros